CULO SUCIO
“Ninguna buena acción queda
sin castigo”, ironizaba Oscar Wilde. El acertado proyecto de “Ficha Limpia”
acaba de ser “castigado” dos veces en el Congreso Nacional por diferentes
motivos, uno peor que el otro. Y es patético.
El proyecto de ley de Ficha
Limpia, de la diputada del PRO Silvia Lospennato, fracasó por falta de quórum,
ergo, porque no hubo la cantidad de diputados suficientes para empezar a
sesionar. Una semana antes había pasado exactamente lo mismo. El PRO, el
radicalismo, los Libertarios y la Coalición Cívica no pudieron juntar 129 diputados
para su tratamiento por la ausencia de kirchneristas, de la izquierda, del bloque
que lidera Miguel Pichetto y de diputados que responden a los partidos
medievales como el rovirismo misionero. Pero también faltaron radicales, alguno
del PRO y ocho diputados libertarios.
El proyecto de Ficha Limpia
Ficha propone que personas condenadas por delitos penales no puedan acceder a
cargos electivos. En el caso específico del proyecto de Lospennato se propone
la inhabilitación electoral al principio de doble conforme, ergo, la condena en
segunda instancia.
¿Qué argumentos esgrimieron
los ausentes? Quizás “argumento” sea mucha palabra para las necedades que se
plantearon, pero ponele: desde el kirchnerismo y sus compinches dijeron que el
proyecto es para proscribir a Cristina Kirchner, quién fue condenada en segunda
instancia en la causa conocida como “Vialidad”. Esto es, no hay ningún problema
con que una expresidente haya sido condenada por la justicia en dos instancias.
Nada que explicar. Solo esperar y esperar, igual que con Carlos Menem, que el
tiempo que se tome la Corte Suprema para eventualmente dejar el “fallo firme”
se convierta en el gran aliado de la impunidad. Horrible.
¿Y desde el lado del gobierno
que combate a la “casta”? ¿Qué dijeron? En sintonía con eso de que el proyecto
busca proscribir a Cristina Kirchner, el jefe de gabinete Guillermo Francos dijo
que “El presidente Milei cree que a Cristina hay que derrotarla en las urnas”.
De acá derivan dos tipos de desconfiados: unos plantean una “rosca” política
asumiendo que Milei precisa del apoyo de Cristina para poner al juez Ariel Lijo
en la Corte. Y los otros sostienen que un Milei en modo electoral no va a
permitir que un proyecto que la sociedad ve con buenos ojos provenga de otros.
Por eso llamó a la diputada Lospennato para decirle que el gobierno impulsará
su propio proyecto de Ficha Limpia. Recordemos la definición de “casta” de
Javier Milei: los que lo apoyan no son casta. Los que lo critican son casta.
Oscar Wilde también decía que
“Nadie es tan rico como para comprar su pasado”.
Pero puede que en la
Argentina comprar el pasado no salga tan caro…
Walter Anestiades
foto: Noticias Argentinas
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