sábado, 23 de agosto de 2025

 

DESPUÉS DE ÉL, EL DILUVIO…

 

     Se tornó habitual escuchar a muchos argentinos decir que, con tal de que no vuelvan los kirchneristas, están dispuestos a tolerarle cualquier cosa a Javier Milei. ¿Cuál sería el tamaño de ese “cualquier cosa”? Si se comprueba que desde lo más alto del poder libertario se desvió dinero que debió ir a gente discapacitada eso sería una canallada, precisamente, intolerable. ¿O no? “Después de mí, el diluvio”, dicen que dijo Luis XV, penúltimo rey francés antes de la Revolución. Si se viene otra frustración colectiva para seguir coleccionando, entonces después de Milei, ¿qué? …

     "Après moi le déluge" es la cita en francés que se le atribuye a Luis XV, más conocido por sus amantes (como la famosa marquesa de Pompadour)  que por sus aciertos en el trono. En la Argentina podríamos afirmar, sin que suene ridículo, que “Después de mí el diluvio” lo dijo Isabel Perón, o los militares de la dictadura, o el Alfonsin de la híper, o Menem, o Duhalde, o el trío kirchnerista Néstor, Cristina y Alberto, o Macri. ¿Resulta que también lo podría decir Javier Milei?

     Repasemos: un audio filtrado a la prensa (no se sabe por quién pero dada la feroz interna de los libertarios uno se lo puede imaginar) desnuda una presunta red de sobornos en la compra de medicamentos en la, nada menos, Agencia Nacional de Discapacidad. Enseguida corrieron del cargo a su titular, Diego Spagnuolo, un abogado muy cercano al Presidente. En los audios, el propio Spagnuolo menciona que Karina Milei, “la jefa”, la hermana y secretaria del Presidente, se llevaría entre un 3 y un 4% de esas coimas. Y que los dos grandes responsables de esa red de corrupción serían dos Menem: Eduardo-alias “Lule”-operador político del gobierno, y Martín, titular de la cámara de diputados.

    Don Miguel de Unamuno decía que “A veces, el silencio es la peor mentira”. Hasta el momento de teclear estas líneas desde el gobierno no han dicho ni una palabra sobre el tema. Desde un Presidente verborrágico y puteador serial, hasta el elenco estable de sus ciber-obsecuentes. Nadie dijo nada. Muy raro.

     Si todo se pudriera que horrible sería. ¿Y que sería lo que vendría? Porque lo que hay enfrente de Milei, con chances reales de disputar el poder, es la colección de gente más detestable que conocimos en democracia. ¿O el tamaño de “cualquier cosa” a tolerar sería tan enorme que no restaría tantos votos en octubre y todo seguiría como si nada? Eso ya pasó en tiempos de Cristina Kirchner. La sociedad argentina ha dado muchas pruebas de su altísima tolerancia a la corrupción.

     Al nieto de Luis XV, el rey Luis XVI, los desastres de su abuelo le costaron la cabeza.

  En la Argentina, los Luis XVI somos nosotros.

 

-Walter Anestiades

-Foto: Noticias Argentinas 

 

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