MAURICIO MILEI
El electorado
descarta al peronismo que no funcionó y lo reelige cuando descarta a la derecha
que tampoco funciona. Es para volverse loco porque todo se repite. Luis “Toto” Caputo fue ministro de Finanzas
y titular del Banco Central del presidente Macri y es ministro de Economía del presidente
Milei. A Macri lo socorrió Donald Trump, presidente de los EE.UU, y a Milei lo
socorre Donald Trump, de nuevo presidente de los EE.UU. Hubo y hay ajuste y
endeudamiento. Con elecciones que provocan un tembladeral en los mercados. Con
un peronismo golpista que acecha con “moderados”
mediáticos que responden a Cristina Kirchner: Alberto Fernández y Axel Kicillof.
Sí. Es para volverse loco.
“Lo peor ya pasó”, dijo Milei en
septiembre de 2025 y exactamente eso había dicho Macri en marzo de 2018. El
dólar, que parecía controlado, se “descontroló” porque, como pasa hace mucho,
la demanda de dólares supera a la oferta. Ahí es cuando siempre aparecen el FMI
o Donald Trump para “darle” al estado argentino más dólares que jamás van al
sistema productivo sino al especulativo.
Otra vez, el peronismo-kirchnerismo, que hizo
desastres de la mano de Cristina Kirchner y Axel Kicillof y fue una calamidad
pública con Cristina Kirchner y Alberto Fernández, aparece como “la esperanza” de
muchos argentinos para 2027. Ahora de la mano de Axel Kicillof y Cristina
Kirchner (ahora en ese orden).
El grueso del electorado ni se toma la
molestia de al menos considerar terceras opciones. Ni ayer ni hoy. Tampoco hay
terceras opciones que alberguen estadistas de elevada estatura, pero se hace
política con los actores que hay. Pero los actores del populismo que se sigue
llamando peronismo (aunque el peronismo de la justicia social murió hace medio
siglo con Perón), y los actores del liberalismo (ese que recita el credo del
libre mercado pero al dólar lo controla con las reservas del Central, con un
swap de monedas, con el FMI o con Trump), ya acumularon suficientes fracasos
como para descansar. Para descansar nosotros de ellos.
Milei apuesta a ganar las elecciones de
octubre para encarrilar lo que su carácter descarriló. Y después de octubre ¿qué?
Hace unos días Axel Kicillof, como el
impresentable que es y no va a dejar de ser, declaró que “no se arrepiente” de
la desastrosa expropiación de YPF y hasta la reivindicó. La autocrítica te la
debo. ¿Eso es la “esperanza”?
Uno debe pedirle disculpas a Juan José
Castelli por usar tantas veces la última frase de su vida, pero ya que todo se
repite, vamos…
“Si lo ves al futuro, decile que no venga”.
Walter
Anestiades
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