domingo, 22 de abril de 2012

EMBOSKADA

Lo planearon bien. Y les salió mejor. Hoy por hoy el poder kirchnerista puede hacer cualquier cosa, presentarlo como se les dé la gana y obtener apoyo. Lo hemos escrito: la mentira nunca ha tenido tanta libertad.




Pasó con la ley de medios (una trapisonda pergeñada para obtener lo que todo Poder desea: que le hagan propaganda disfrazándola de información). Pasó con la eliminación de las AFJP (¿algún peso de esos fondos fue a parar al bolsillo de los jubilados?). Pasó con la implementación del programa "Fútbol para todos" (¿en un país con chicos desnutridos el Estado se preocupa por el fútbol?). Pasó con la sanción de la denominada "ley antiterrorista" (instrumento para mantener a raya las protestas sociales que parece un homenaje a Joseph Stalin). Pasó con la reforma de la carta orgánica del Banco Central (para pagar deuda externa y engrosar un poco la "caja"). Pasa ahora con la estatización del 51 % de YPF (para seguir haciendo "caja", ocultar la falta de una política energética y que no se hable más de que a Amado Boudou y sus amigos la vida les va demasiado bien  desde que el vicepresidente violero es funcionario público).

     Todo aquél que piense distinto del kirchnerismo está emboskado (así, con la pertinente letra "k"). Decenas de canales de televisión abierta y de cable, emisoras de radio, medios gráficos y portales de "noticias" rodean el flanco derecho. Un ejército de cobardes anónimos  que se ponen pasamontañas cubren el izquierdo desde las trincheras de mensajes de texto, redes sociales, llamados telefónicos y comentarios por internet. Desde lo alto de la montaña, organizaciones de supuestas defensas de los Derechos Humanos cubren de poder simbólico y moral con el recuerdo manipulado de la dictadura como bandera. Los gremios y las organizaciones piqueteras son soldados de reserva. "La Cámpora" actúa como la policía del pensamiento orwelliana que disciplina intendentes, legisladores y peronistas díscolos. La "caja", concentrada como nunca en el poder central, pone de rodillas a los gobernadores, especialmente a los que les encanta arrodillarse. Autodenominados "intelectuales" prestan letra para que ningún indomable ose cuestionar algo desde el mundo de la educación y la cultura. Para los empresarios y los industriales, el miedo funciona mejor que la ley de la oferta y la demanda. En la Justicia cualquier juez sabe y si no sabe le enseñan que es lo que hay que hacer para hacer carrera. Miles y miles de beneficiarios de planes sociales no deben ser convencidos de nada: sólo hay que seguir pagándoles.

     Es una verdadera emboskada. Frente a ésto muchos optaron por la indiferencia. Con el tiempo, la realidad los va a alcanzar aunque ahora ellos crean que no. La resistencia está diezmada. El kirchnerismo no debate: descalifica. No dialoga: monologa. No concuerda: coopta. Vigila. Persigue. Hasta límites que el grueso de la población ni se imagina o se resiste a creer. Y ha conseguido convertir al periodismo en una profesión odiada por los que se comieron todos los amagues de la pomposa retórica oficial y creen estar ante un proceso revolucionario. La única revolución que hay, es de "pico" .

Buena parte de la oposición decidió capitular. Renunciando a su imprescindible rol de contralor, algunos han adherido a los slogans del gobierno muy ràpido. Muchos se compraron el papel que les asignaron: el de impresentables que deben pedir disculpas al pueblo maravilloso que no los vota. Les falta coraje intelectual para decir que ellos no son tan impresentables y que el pueblo no es tan maravilloso. Algunos decidieron bancarse las tremendas campañas de difamación que les tiraron encima. Sobrevivirán. Y la podrán contar.

Estos muchachos no nacionalizan ni estatizan. "Kirchnerizan". Que la gilada anote: YPF no ha vuelto a ser "nuestra". Pasó a ser de "ellos".

Hace mucho debió darse la batalla cultural.  No todos la dieron  y ahora es más difícil. Pero no se puede resignar la lucha a favor de que millones de argentinos entiendan que en democracia nunca hay una sola manera de pensar. Cristina es una mandataria constitucional. No una diosa griega. Tampoco la reencarnación de Evita. En todo el país, chicos descalzos , hambrientos y sin futuro dan testimonio de que lo más cerca que logra estar de la segunda mujer de Perón es cuando la voz se le pone ronca.

     Otoño de 2012. La Argentina no tiene un problema económico. Tiene un problema político. Es lo segundo lo que complica a lo primero.

"La tiranía fomenta la estupidez", sostenía Jorge Luis Borges.
  Los tiranos de hoy buscan, enamoran,  usan y dejan.
  Ante gente mejor preparada, no pasarían de un café...

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