viernes, 6 de abril de 2012

REQUIEM PARA EL PERIODISMO DE INVESTIGACION

"Siempre hay que decir la verdad.
Y especialmente cuando no conviene".
(Miguel de Unamuno, escritor español, 1864-1936)


(Los actores Dustin Hoffman y Robert Redford en el film de 1976, "Todos los hombres del Presidente", en las plumas de Carl Bernstein y Bob Woodward, los periodistas del diario "Washington Post" que destaparon el caso "Watergate" en el EE.UU de 1973, caso ícono del periodismo de investigación)


¿Adónde fue a parar el denominado periodismo de investigación? ¿Alguien conoce su paradero? ¿Dónde está ése estupendo género de la profesión que se había convertido en la vedette de los años noventa, no hace mucho?

Desde el 2003 para aquí (para ser más precisos: desde el domingo 25 de mayo de ése año, tipo tres de la tarde, cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia del país), la investigación como forma de encarar el periodismo empezó a perder presencia en los medios nacionales, grandes o chicos. De hecho, íconos del género en los años del menemismo, dejaron de patear al arco para dedicarse a jugar intrascendentemente en la mitad de la cancha. Horacio Verbitsky pasó del "Robo para la corona" al "Miento para la corona". María Laura Santillán, que se la pasó desarmando cosas desde "Telenoche investiga" ahora busca una "Argentina para armar". Daniel Santoro vive de recuerdos. Lo que en los noventa era regla ahora es excepción. Excepción que vive en Jorge Lanata y en no muchos más.

El periodismo se puso patas para arriba. El Poder ha conseguido gracias al uso sin escrúpulos de la "caja" que hasta forme parte de la programación del canal oficial-siempre oficialista pero hoy más que nunca-un panfleto de cuarta categoría como "6,7,8" que se autopostula como "novedad" en la profesión. Seis o siete alcahuetes a sueldo del Poder que se dedican a hacer ruido en la comunicación, defender cualquier cosa que haga el gobierno y defenestrar con puras mentiras a quiénes lo critican, de novedad no tiene absolutamente nada. Lo único distinto es que ahora, a unos cuántos brutos que no tienen ni idea de lo que es una democracia, les parece que usar la plata y el canal de todos para bancar un espacio así está bien. Que lo pague Cristina Kirchner de su propio bolsillo que plata, sobre todo desde que es Presidente (así con "e"), le sobra.

Los portales de noticias? saturan reproduciendo declaraciones de los funcionarios públicos. Declaraciones basadas en anuncios que casi nunca se cumplen y casi nunca se monitorean para informar si se cumplieron. Los libros escritos en los últimos tiempos por periodistas tienen más de biografías no autorizadas que de investigación en sí. Hay algunas investigaciones, claro está, pero ya no son literatura de época.

El periodista de investigación ha sido reemplazado por el agente de prensa. Para el primero, una fuente es la llave que permite abrir puertas que el Poder quiere dejar cerradas. Para el segundo, una fuente es un personaje que intercambia dinero público por propaganda.

Las asociaciones periodísticas están con tanto miedo y presiones encima que, cuándo cumplen con su deber, casi que terminan pidiendo disculpas por hacerlo. En ellas las discusiones bizantinas se impusieron a los debates de fondo. Es triste. Pero es así.

¿Alguien podría citar ya no una investigación, sino aunque sea un reportaje periodístico medianamente incisivo a Carlos Rovira, el hombre que maneja Misiones desde hace más de una década?

El alcalde obereño tiene más impunidad mediática todavía. Rovira podría decir que los dos diarios más importantes de Misiones-los dos en algún momento, ahora sólo uno-son decididamente críticos de su gestión. Con Ewaldo Rindflesich no. Este semanario es el mejor ejemplo de éso: ¿cuántos medios locales levantan las esforzadas y precisas investigaciones que semana tras semana publica "Infóber"? Oberaonline, Misiones Cuatro-que es de Posadas-y...? Salvo por la calle Rivadavia al 900 y por algún sector del barrio Yerbal Viejo, Rindfleisch puede pasear su impunidad mediática por todo el resto de Oberá.

La caída en la calidad de un periodismo que se pone la máscara de informativo para hacer mera propaganda es una de las peores noticias de la Argentina siglo 21.

Sostenía el escritor irlandés Oscar Wilde que "una máscara nos dice más que una cara".

En los días por venir, con una economía que promete obligar a que algunos tengan que hacerse ciudadanos a la fuerza, habrá que estar muy atento para distinguir, observar, intuir, ver, saber.
Que es lo que hay ...detrás de tanta máscara

No hay comentarios: