martes, 3 de septiembre de 2013

PASCUAL ALEJANDRO S.

    


     Oscar Wilde nos enseñó que “una máscara nos dice más que una cara”. ¿Cómo saber si lo que estamos viendo es una cara o una máscara?  

     El último martes de agosto de 2013 Oberá se conmocionó. A días del comienzo de la Fiesta Nacional del Inmigrante debió asumir muy rápido  que una de sus caras más famosas había sido una máscara.

    La Fiesta no se mancha, podríamos decir en términos maradonianos. Pero no va a ser lo mismo. No podría serlo.

    Algunos que se dedican al periodismo se toparon con la realidad de la profesión: tienen que contar lo que pasa. Fue entonces que se toparon con la realidad de sus limitaciones: no sabían como hacerlo. 

    Hubiera sido más fácil si no se hubiera tratado de uno de “ellos”. Pero no. Era uno de “ellos”. Decidieron recurrir a esa clase de moral que describió Marcel Proust. Esa que aparece en nosotros cuando somos desdichados. Decidieron no nombrarlo. Llegar hasta la orilla sin meterse en el mar. Fracasaron. La primera ola los mojó.

     Nadie sabe que va a pasar. Pero quizás hayan hecho bien en intentar no mencionarlo.

    Porque si hizo lo que dicen que hizo.
    Entonces no tiene nombre…



No hay comentarios: