domingo, 13 de abril de 2014

INSTRUCCIONES PARA DEBATIR CON UN KIRCHNERISTA

    


     Cristina Fernández de Kirchner dijo públicamente que “el kirchnerismo es un fenómeno difícil de explicar”. Tiene razón. No es sencillo y hasta resulta agotador intentar razonar con saltimbanquis que, si su patrona lo ordena, defienden el ser de River con pasión. La misma pasión con la que defienden, si su patrona cambia las órdenes y por cierto que las cambia seguido, el ser de Boca.

      El kirchnerista promedio vive de morder la carne del hueso que le tiraron (puesto público, pauta oficial, negocio privado con la obra pública, subsidio, planes sociales, etc.). Por eso, cuando le atacan al amo te salta como un perro al cuello. Esa es la primera cosa que tenés que saber si vas a debatir con un “k”: el tipo (o la tipa) va a entrar mal. Agresivo, la génesis de su discurso no será la argumentación sino la descalificación. Buscará etiquetarte enseguida según el conjunto de etiquetas que le dieron. Vos tenés que ser sí o sí un “gorila”, un “cipayo”, un fanático de “Clarín”, un “neoliberal”, un radical de la alianza, un zurdito que simpatiza con líderes sin votos, un burgués derechista, un “facho”, un menemista, un duhaldista, un nostálgico de la dictadura o un reverendo desagradecido. Para ellos no hay vida por afuera de éstas categorías.

     A ésa altura entraste en su juego. El núcleo del debate ya no será la gestión del gobierno sino vos. Si te mantenés más o menos calmo y replicás con inteligencia, te va a insultar de alguna manera. No importa si sos un honesto ciudadano que propone contrastar ideas. Te va a llevar a un lugar en el que manifestés algún indicio de algo que le permita colocarte alguna de las etiquetas que te mencioné. No te prestés a ninguna manipulación . Replicá con argumentos sólidos, básicamente aquellos que evoquen la verdadera relación de los Kirchner con la dictadura de Videla, como se enriquecieron con la Circular 1050 de Martínez de Hoz, o el apego que el matrimonio tenía por Menem y Cavallo . Si empieza con el discurso anticlarín berreta seguí rebatiéndolo con la verdad, que para un kirchnerista es como la kriptonita para Súperman.

      Demostrale que estás bien empapado en temas como la fusión “Cablevisión-Multicanal” que firmaron Néstor y Moreno. Si te salta con el verso de que Néstor tranzó con el grupo porque tenía solo el 22% de los votos y necesitaba construir Poder, hacé tu jugada moviéndolo a la fecha del 7 de diciembre de 2007: ése día Néstor convirtió a “Clarín” en monopolio de la tv por cable y para entonces estaba a tres días de colocarle la banda presidencial a su esposa Cristina, ungida cuarenta días antes con el 45% de los sufragios. Jaque mate!

      Si el debate es oral y cara a cara un kirchnerista jamás escucha. Va a elevar su tono de voz para imponerse a la tuya y no dejará de interrumpirte mientras vos expongas lo tuyo. Cuenta con que el civilizado siempre seas vos y entonces sí, a diferencia de él, lo escuchés con atención. ¿Qué tenés qué hacer? Interrumpilo vos también con estiletazos verbales del tipo “¿para vos la inflación es del 0,8%?. Eso lo va a descolocar.

      Si el debate es por una red social, supongamos Facebook, enseguida aparecerán sus “compañeros” y te vas a sentir tan acorralado como el General Custer ante miles de sioux. Hasta que lleguen tus refuerzos (la Caballería, ergo, algún otro ciudadano crítico), enfócate en un sioux hasta masacrarlo sin importar las flechas que te tiran los otros. Cuando vean tu poder de fuego quedarán perplejos y dejarán de escribir. Los “K” también son impresionables.

      Si tu oponente es funcionario sacále jugo a esa condición. Cuando se es funcionario público no hay que pedir explicaciones. Hay que darlas.

      Si te corre con el curro argumentativo de que pertenecés a sectores destituyentes refréscale la memoria indicándole que fue Cristina Kirchner senadora nacional y en 2001 la que pidió que renuncie el Presidente De la Rúa. Está publicado en “Página 12”. Página 12!

      Si el fulano o la mengana repite una y otra vez el cd del “modelo inclusivo” sacale partido a vivir en Misiones. Según el Censo de 2010, seis de cada diez habitantes de la provincia no tienen acceso al agua potable y carecen de cloacas. Vivir así después de una “década ganada” hace que el argumento de la supuesta mejor calidad de vida se autodestruya como la cinta con instrucciones de “Misión imposible”.

      Si te quejás de la inseguridad, a la sexta o séptima vez que te trató de fascista (aunque el ignorante crea que Mussolini es un Concejal Renovador de Garupá), decile que estás de acuerdo con bajar la edad de imputabilidad a los menores. Cuándo te pregunte si esa idea la sacaste de Ramón Camps, respondele que la sacaste de otro: un tal Martín Insaurralde.

      Cuándo vaya por el lado de la sacralización de “El” y pretenda emularlo a Perón, Churchill o Ghandi, atiná sólo a reírte. Eso se refuta sólo y hasta le pone un tono jocoso al debate.

      Vías de contraataque: Aníbal Fernández y la “sensación de inseguridad”, Etchegaray-titular de la AFIP- comprándole a la hija un auto importado, Boudou y su pasado en la UCEDE (el partido de un “gorila” en serio: Alvaro Alsogaray y de paso explicale quién fue), el Estado bancando al fútbol en un país de niños que carecen de ácido fólico, el apoyo decidido a señores feudales como Gildo Insfrán en Formosa, José Alperovich en Tucumán o Carlos Rovira en Misiones (“ël” fue a Posadas a apoyar la re-re de Rovira que luego el pueblo rechazó en las urnas), o la señora diciendo en Harvard que su patrimonio aumentó porque es una “exitosa abogada” (planteale que el incremento patrimonial se deduce de las propias declaraciones juradas de Cristina y que te llama la atención que siga pleiteando y ganando dinero como abogada mientras ejerce como Presidente).

      Quizás aparezca un “k” con cierta formación (cuidado! Don Miguel de Unamuno advertía que “un tonto ilustrado es más peligroso que un simple tonto”). Es el “k” más vulnerable: su intelecto lo va a llevar a prenderse en el cotejo de ideas, lo que lo llevará hacia la búsqueda de la verdad, que como enseño Aristóteles-y otro más-es la realidad. Bueno, si ya están en el nivel de aceptación de la realidad y búsqueda de la certeza, dejalo que hable sólo. Cuál almeja, se enterrará con la lengua


      Recordá que así como vos tenés derecho a pensar como pensás un kirchnerista tiene derecho a serlo. No lo odiés. No permitas que te falte el respeto pero tampoco se lo faltés vos a él. Y que la única fecha de vencimiento de Cristina en la Presidencia lo establece la Constitución Nacional: 10 de diciembre de 2015. Te digo ésto para que no te comás al antropófago.


      Oscar Wilde nos enseñó que “una máscara nos dice más que una cara”.

      Cuándo un kirchnerista te muestre una de sus muchas máscaras ya sabés lo que tenés que hacer.

      Sacásela!

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