jueves, 31 de diciembre de 2020
Los tres
personajes más destacados en el deporte mundial:
1º-Lewis
Hamilton. El piloto inglés se consagró heptacampeón mundial de la Fórmula Uno y
ahora es el más ganador junto al alemán Schumacher.
2º-Rafael
Nadal. Ganó Roland Garrós 13 veces. Ningún tenista ganó tantas veces un mismo
torneo.
3º-Robert Lewandosky. El goleador y símbolo del Bayern Muncih
alemán multicampeón del fútbol europeo 2020: la Bundesliga, la Supercopa de
Alemania, la Champions League y la Súpercopa de Europa.
Los tres
personajes más destacados en el deporte nacional:
1º-Miguel
Ángel Russo. El entrenador volvió a dirigir a Boca y lo sacó campeón de una
liga que parecía perdida, arrebatándosela en la última fecha a River. Empató de
local con Independiente y luego hilvanó siete triunfos al hilo para coronarse.
Ahora lidera la Copa Maradona y está en semifinales de la Copa Libertadores, un
título que Boca logró por última vez con el propio Russo como DT.
2º-Diego
Schwartzman. El tenista porteño tuvo el mejor año de su carrera, logrando meterse
en el top ten mundial (los primeros diez), siendo semifinalista en Roland
Garrós y jugando por primera vez el torneo de Maestros con los ocho mejores del
año (Masters)
3º-Facundo Campazzo. A los 29 años el basquetbolista
cordobés, tras triunfar en el Real Madrid, llegó a la NBA, la cumbre del
básquet mundial. Juega en los Denver Nuggets.
Los tres
personajes más destacados en la Argentina:
1º-Fernán
Quirós. Médico y ministro de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Quirós fue y sigue siendo la voz docente, serena y amable en los mass-media de
la evolución de la pandemia. Cuota de claridad en medio de la confusión
general.
2º-Pedro
Cahn. Fue la cara y la voz preponderante del grupo de infectólogos que asesora
al presidente Fernández y que coparon las pantallas y el éter para explicar, y a
veces confundir, todo lo relacionado a la pandemia y a la necesidad de la
prolongación de la cuarentena.
3º-Cristina Kirchner. En el 2020 se tornó evidente, excepto
para los negacionistas, el norte de su plan 2019: Alberto al gobierno, ella al
Poder.
Los tres
personajes más destacados en Misiones:
1º-Los
camioneros. Primero señalados por la masa ignorante como “responsables de la
transmisión del virus”, el tiempo los reivindicó: fueron los artífices del
abastecimiento de la población en los peores momentos de la pandemia.
Simbolizados en la figura de Héctor Vidotto, un camionero de San Vicente que
fue la primera víctima fatal del Covid-19 en Misiones. Había viajado a buscar
frutas a Brasil y así, trabajando, contrajo el virus. Falleció en el Hospital
Samic de Oberá.
2º-Los
Bomberos: Tanto los pertenecientes a la Policía de Misiones como los
Voluntarios tuvieron una destacada actuación en el combate de los incendios
forestales que se extendieron por buena parte de Misiones. Algunos de ellos,
incluso, llegaron a ser agredidos por los presuntos autores de los focos.
3º-Leandro Sánchez. En 2020 la protesta docente fue la más
importante que se recuerde en años, pandemia mediante. Sánchez, maestro
obereño, simboliza la perseverancia en la lucha por reivindicar a la profesión,
dominada por los manejos políticos del gobierno feudal renovador.
Los tres
personajes más destacados en Oberá:
1º-Ángeles
Alfaro (en la foto) y Yamila Haydar. Son obereñas, son médicas, y responsables
de la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Samic de Oberá. Se tutean
primero que nadie con los casos sospechosos y/o confirmados de coronavirus que
llegan al hospital (por ejemplo, Alfaro atendió al camionero Vidotto, la
primera víctima fatal de la pandemia en Misiones). En un principio no contaban
ni con la ropa protectora adecuada. Sus salarios bordean lo miserable y los
medios locales solo dan a conocer la cara y la voz del doctor Sánchez, el
director del Samic local. Por cada paciente infectado que atienden, cada una de
las doctoras debe aislarse catorce días en su domicilio, para volver a atender,
volver a aislarse, y así sucesivamente desde que el coronavirus llegó a Oberá.
2º-Aníbal
Ramírez. Durante todo el año fue la voz y el comunicador principal de la
importante lucha de los docentes no alineados al gobierno.
3º-Olga Mieres. La vecina obereña denunció una presunta
asociación ilícita para usurpar casas y
terrenos, involucrando al propio responsable de Asuntos Jurídicos de la comuna,
Matías Frick, quién aparece en el insólito lugar de abogado de una de las
partes (un empleado municipal). De confirmarse las aseveraciones de Olga Mieres
sería la primera mácula-y una muy grande-en el lustro que lleva la gestión del
alcalde Carlos Fernández.
LOS HECHOS DEL AÑO 2020
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Los tres
hechos más relevantes en el deporte mundial:
1º-El piloto
inglés Lewis Hamilton, manejando un auto Mercedes, gana el campeonato mundial
de la Fórmula Uno por 7º vez en la historia, alcanzando el récord del alemán
Michael Schumacher.
2º-El
tenista español Rafael Nadal gana el Abierto de Francia que se juega en Roland
Garrós, uno de los cuatro torneos grandes, por 13º vez.
3º-Resultado histórico en el fútbol de la Champions League:
el Bayern Munich, luego campeón, golea al Barcelona de Messi 8 a 2. Fue por los
cuartos de final y se jugó en Portugal.
Los tres
hechos más relevantes del deporte nacional:
1º-Por el
torneo Tri-Naciones de Rugby, la selección argentina, “Los Pumas”, le gana a la
de Nueva Zelanda, “All Blacks”, por primera vez en la historia. Fue 25 a 15 en
Australia.
2º-El sábado 7 de marzo Boca Juniors le gana a Gimnasia y
Esgrima La Plata-dirigido por Diego Maradona- 1 a 0 en “La Bombonera”, con gol
de Carlos Tévez, y le arrebata el título del campeonato de Primera División
2019/2020 a River Plate, que era el puntero y no pudo con Atlético en Tucumán
(empató 1 a 1)
3º-Los tenistas argentinos Diego Schwartzman y Nadia
Podoroska llegaron a las semifinales de Roland Garrós. Hacía dieciséis años que
dos argentinos no quedaban entre los cuatro mejores del Abierto de Francia.
Los tres
hechos más relevantes en el mundo:
1º-La
pandemia de coronavirus. Pasó un siglo, desde la denominada “gripe española”,
para que el planeta vuelva a sufrir una pandemia que, hasta el último día de
este 2020, se llevó la vida de más de 1 millón 800 mil personas (más de 43 mil
en la Argentina), e infectó a 83 millones y medio de personas en el mundo (1
millón 600 mil en la Argentina). Y sigue.
2º-Donald
Trump es derrotado en su intento de ser reelecto como presidente de los Estados
Unidos. Cede ante el demócrata Joe Biden, quién logra 306 electores contra 232
de Trump. El presidente Trump, a veinte días de tener que entregar el mando,
aún desconoce su derrota.
3º-Los incendios forestales en Australia son comunes en la
primavera y en el verano. Pero en enero 2020 (habían arrancado en junio 2019)
se desmadraron y dejaron 50 muertos, 500 millones de animales afectados y 10
millones de hectáreas quemadas.
Los tres
hechos más relevantes en la Argentina:
1º-El
fallecimiento del exfutbolista Diego Armando Maradona, a los sesenta años de
edad.
2º-Por la
pandemia de coronavirus, el gobierno nacional de Alberto Fernández decretó la
cuarentena más duradera del planeta. Arrancó el 20 de marzo. Empezó a menguar,
de hecho, terminado el invierno, y aún subsisten algunas restricciones que se
cumplen o se penan según toque.
3º-Dos días antes de culminar el año, el Senado de la Nación convirtió
en legal el aborto hasta la semana 14 de gestación.
Los tres hechos
más relevantes en Misiones:
1º-El 3 de
enero Stella Maris Leverberg, referente durante años del mayor gremio
docente-UDPM-, virtual rectora de la educación en la provincia y una de las
espadas políticas de Carlos Rovira, se mata en un accidente vial ocurrido en la
ruta nacional 14, en San Pedro.
2º-Los
accidentes viales siguen siendo uno de los grandes temas a encarar en la
provincia. Ni su cantidad ni calidad ceden sustantivamente y, al respecto, no
hay ni políticas de estado (preocupado solo en el aspecto recaudatorio del
control vial) ni conciencia ciudadana (los conductores no quieren asumir que
manejan mal).
3º-El curro del SEM en Posadas. Desde la gestión del alcalde
renovador Leonardo Stelatto se pergeñó un Sistema de Estacionamiento Medido
(SEM) que en el centro de Posadas funciona como una verdadera emboscada para
quiénes no viven en la ciudad, haciendo que la multa por infractor le llegue al
conductor antes que la información necesaria para pagar y evitarla. El asunto
es silenciado por todos los mass-media de Posadas, quiénes blindan
políticamente a Stelatto.
Los tres
hechos más relevantes en Oberá:
1º-El
domingo 8 de marzo, víctima de un cáncer, falleció el exalcalde comunal-y único
de extracción peronista que tuvo la ciudad-Héctor Rodolfo “Rolo” Dalmau.
2º-En el
verano pasado Oberá vivió una verdadera epidemia de dengue, con datos
absolutamente manipulados por las estadísticas oficiales. Histórico “gaffe” del
ministro de Salud provincial Oscar Alarcón, cuando estuvo en la ciudad y
aseguró que solo “había seis casos de dengue”, algo que se refutaba solo desde
el enunciado.
3º-Oberá Tenis Club adquirió una franquicia y participó, por
primera vez y aún lo hace, de la Liga Nacional de Básquet, la máxima categoría
del básquet en la Argentina.
¿UN PAPA MÁS CRISTINISTA QUE
CRISTIANO?
“No existe en
el mundo nada más poderoso que una idea a la que le llegó su tiempo”. Así
explicaba Víctor Hugo, aquél de “Los miserables”, una cierta entronización de
época. Las ideas pueden ser oportunas o inoportunas, algo que bien saben los
adelantados que pagaron con destierros, torturas, infamias, destratos, olvidos
y hasta con su vida una forma de pensar y de actuar fastidiosa para específicas sociedades de
algún momento y lugar.
El feminismo siglo XXI logra conquistas.
La Argentina es un buen ejemplo de eso, más allá de lo mucho que se puede
discutir sobre si el aborto implica una evolución. Para las feministas y para
otros grupos lo es. Podríamos pretender entonces que este contexto fue decisivo
para que al aborto sea legal en nuestro país, convertido en tal por un cuerpo,
el senado, en el que hace apenas dos años no pudo pasar. Y que hubo una suerte
de resignación del papa Francisco, cabeza de la religión cristiana más
importante del planeta y además argentino. Un papa Francisco que sorprendió por
la resistencia light que ofreció al proyecto enviado al parlamento por el
presidente Alberto Fernández.
Sin embargo, puede que esa pretensión sea
algo naif y que el papel insólitamente secundario de Francisco se explique
desde la política. Hay que vivir en un termo para no estar enterado de lo mucho
que Francisco-y los popes del catolicismo argentino-trabajaron a favor de la
candidatura de Fernández (Alberto) y Fernández (Cristina). Estamos ante un
Santo Padre para quién lo primero parece ser impulsar, sostener y justificar a
ese tipo de gobiernos que algunos llaman populistas y otros progresistas. Para
Francisco, como para otros, la lucha contra el “neoliberalismo” ameritaría
tragarse cualquier “sapo”. Incluido el aborto.
Ni Francisco ni el catolicismo vernáculo
parecen haberse resignado a que el aborto pase de ser una práctica ilegal a una
legal porque, más allá del voto de diputados y senadores, el número de
argentinos que están de acuerdo con eso es sustantivo. El Papa, más allá de
Francisco, siempre ha sido un líder de injerencia política y no solo religiosa
y la historia es rica en darnos argumentos sobre eso. Y Francisco, ha tomado
partido claramente por los gobiernos latinoamericanos que la van de
revolucionarios, aunque esas revoluciones sean solo una aventura del
pensamiento de dirigentes que disfrutan como nadie de las mieles de ese
capitalismo al que dicen combatir.
El aborto es legal en la Argentina. Y, más
allá de posiciones a favor o en contra, lo sorprendente del proceso que llevó a
ese hecho consumado sigue siendo la tibieza con la que se opuso antes, durante
y después este Francisco tan distinto de aquél Jorge Bergoglio.
Puede que para Francisco el demonio se vista
de traje, crea en el libre mercado, abomine de caudillismos y deposite la fe en
su esfuerzo personal. Y que entonces debe tolerar lo que sea si se persigue el
fin supremo de combatir a ese demonio. Si es así habrá que recordar que,
durante años, la idea de que un Papa fuera argentino, nos parecía un deseo tan
lindo como imposible.
Cuidado con lo que deseas…
domingo, 13 de diciembre de 2020
LOS 39 ESCALONES
A
6.213 días de su puesta en marcha por los compañeros que mejicanearon a
Perón y los correligionarios que se cagaron en Alem, el sistema feudal que rige
en Misiones se entronizó a tal punto que cierta gente no comprende bien lo que
pasa. Creen que la política misionera está igual. No. Está peor.
La génesis de cualquier análisis del
presente o del futuro de Misiones debe empezar, sí o sí, por asumir que se vive
en un esquema en el que la ley máxima es la voluntad de una persona y que de
eso no deriva nada bueno. No se puede
ser feliz en un feudo.
Pero está lleno de personas que pretenden
que sí. Que basta con “no meterse en política” para permanecer al margen de
ciertos atropellos o inmoralidades. ¡Cuánta ignorancia! Claro lo tenía el
estadista Pericles cuando cuatro siglos antes de Cristo proclamó:” El hecho de que no tengas interés en la
política no significa que la política no tenga interés en ti”.
Ningún
habitante, ni ninguno de sus seres queridos, van a poder esquivar las secuelas
que una autocracia deja en la educación, en la justicia, en el mundo del
trabajo, en la salud, en la seguridad, en los espíritus, y por supuesto que en
el bolsillo. Lo del poder concentrado y
sin “checks and balances” no es gratis. Así ha sido siempre, así es y así
será.
Sin embargo, la respuesta no es la
rebeldía, sino la sumisión. No es un ánimo más jubiloso por las ganas de
progresar, sino el conformismo. No es llenar el espacio simbólico de palabras
indomables para el poder, sino la autocensura. No es la reacción, sino la
indolencia. Y así Misiones va dejando atrás el verde de su flora, el violeta de
sus flores, el rojo de su tierra, el marrón de su fauna y el amarillo rabioso
de su sol. Para que todo sea el gris de la monotonía de aceptar lo que está ahí, solo porque está ahí.
Dos
décadas de feudalismo lo van naturalizando todo. Incluso, que diputados que
fueron votados para hacer oposición, elijan al mismo oficialista para que siga
presidiendo el parlamento provincial por ¡catorce años consecutivos! Y que,
lejos de ensayar algún tipo de disculpa ante aquellos que no se resignan a ser
súbditos de nadie ni a darse por hechos con la vida amarrete que se les ofrece y que por eso los eligieron a ellos,
pretenden que celebremos juntos el carguito que les entregan en unas
instituciones cada vez más decorativas. Claro. Seguir la corriente siempre es más cómodo. Y para ir en contra se
necesitan unos cojones del que no todos disponen.
¿Observaste que a muchos misioneros les
incomoda hablar de Misiones? Se han visto extensas caravanas de vehículos
marchando para exigir que en el país permanezcan o reaparezcan unas conductas
republicanas que por acá se abandonaron hace rato. Salen a la calle y tocan bocina pero tienen una bocina selectiva. ¿O qué otra cosa es la renovación sino
kirchnerismo a la misionera?
Carlos Rovira fue reelecto al frente de la
Cámara de Representantes por 39 votos a
0. Con el apoyo de los levanta manos que están ahí para aplaudirlo, pero
también de las manos que deberían
levantarse para intentar controlarlo porque así se lo prometieron a sus
electores. Hasta hace un par de años los radicales postulaban a su propio
candidato. Pero ahora hasta se elogia un desesperanzador alineamiento al que llaman “consenso”. Un diputado que llegó al
parlamento por la oposición pidió “desdramatizar la elección del presidente de
la legislatura”. La historia reciente de buena parte de nuestro país nos enseña
sobre los dramas que se padecen cuando
alguien se eterniza en el poder. Creímos
que el diputado ya lo sabía.
Diecisiete años después la veneración al poder
no decreció nada. Por eso es que no está todo igual sino peor.
Julio
Cortázar imaginaba que si hay escaleras para subir y escaleras para bajar, puede que haya escaleras para ir hacia
atrás.
Parece que en la legislatura Rovira armó una escalera con 39 escalones.
Y que en cada escalón puso a un diputado.
Por esa escalera no se sube ni se baja. La usa
todo Misiones. Para ir para atrás.
domingo, 29 de noviembre de 2020
ALÉTHEIA
En la noche
del pasado martes un diario provincial reprodujo las siguientes afirmaciones de
Mario Vialey, ministro de Ecología de Misiones: “Hoy el avión que estaba
trabajando en la reserva Biósfera Yabotí tuvo un problema mecánico, que mañana
ya va a estar solucionado, y así vamos a
tener tres aviones hidrantes trabajando. Uno en Yabotí saliendo desde San
Pedro, otra en la zona del Cuña Pirú, donde se descontroló, saliendo desde
Oberá y la tercera quedará en Apóstoles para la zona sur”.
¿Eh?
La provincia de Misiones tiene un Ministerio
de Ecología, del que depende una Dirección de Bosques Nativos, de la que se
desprende un área denominada “Plan de Manejo del Fuego”. Incluso hay una
flamante Secretaría de Cambio Climático. Y posee una estupenda relación con un
gobierno nacional “que apuesta al federalismo”. Impresiona la cantidad de
recursos humanos de las que disponen el estado provincial, más el estado
nacional, para-por ejemplo-combatir incendios forestales y sequías. El
miércoles 25 iban a llegar a Misiones tres aviones hidrantes para ayudar a los
magníficos bomberos y a los ciudadanos voluntarios que se dedicaban, con
altruismo, a sofocar las llamas que recorrieron buena parte de la extensión de
la provincia. Es que, por suerte, estamos en el siglo XXI, tiempos de
tecnología y conectividad al palo.
Pero
no llegaron tres aviones hidrantes. Tampoco
dos. Ni siquiera uno. Porque el que había tuvo problemas mecánicos (justo
cuando se lo precisaba). Lo que llegó
fue lo que siempre llega desde el periodo Cuaternario o Neozoico: la lluvia.
El 10 de diciembre la renovación cumplirá diecisiete años en el poder. Y
Carlos Rovira, veintiuno. Tiempo como para encarar alguna obrita que provea a los misioneros de
agua potable cuando hay sequía o coordinar acciones eficaces para que apagar
incendios no dependa exclusivamente del esfuerzo de los bomberos y sus siempre
escasos recursos, tuvieron, ¿no?
La ciudad de Oberá, por ejemplo, está arriba de una reserva mundial de agua dulce
como el Acuífero Guaraní. Sin embargo, está a muy poco de tener que declarar,
de nuevo como en las épocas de Rindfleisch, la “emergencia hídrica”.
Hay
que ser muy incapaz para lograr que el recurso que sobra, falte.
Párrafo aparte para la caterva de subnormales que se la pasan haciendo fuego en épocas
en que eso es extremadamente peligroso. Incluso hubo algunos que les tiraron
piedras a los Bomberos Voluntarios de Oberá para que dejen de trabajar. ¿Okupas?
¿Envidiosos? ¿Ignorantes? ¿Piromaníacos?
Entre
la desidia de arriba y la maldad y la indolencia de abajo hay que decir que
el pronóstico es reservado.
La
“alétheia” es un concepto proveniente de la Grecia Antigua que recuperó el
alemán Martín Heidegger. Es la acción de correr el velo para que aparezca lo
que estaba oculto. De ahí deriva la palabra “develar”.
Pero no basta con que el fuego o la sequía
corran los velos.
Hay
que querer ver.
jueves, 26 de noviembre de 2020
EL ALFA Y LA OMEGA DEL FÚTBOL
Diego Armando
Maradona se fue a los sesenta años de edad. Porque a la parca no la puede gambetear nadie. Ni siquiera él.
La primera vez que lo vi jugar fue en
noviembre del 79, en Avellaneda. Mi tío Adolfo me llevó a ver un Racing 2
Argentinos Juniors 2 del Campeonato
Nacional de ese año y el segundo gol de Argentinos lo metió él. Me gustó, pero me gustó más verlo un par de años después
con la de Boca metiéndoles goles a Fillol y a River. El mundo de posguerra
reconoce como los máximos futbolistas de cada momento a tres argentinos, a un
brasileño y a un holandés: Alfredo Di
Stéfano, Pelé, Johan Cruyff, Diego Maradona y Lionel Messi. A los tres
primeros no los vi jugar. Pero de los que sí puede ver, no hubo uno que hiciera
con la pelota lo que hacía Maradona. Resulta que Alonso, Bochini, Zico,
Rummenigge, Platini, Boniek, Gullit, Iniesta, Romário, Riquelme, Francescoli, Ronaldinho,
Zidane, Cristiano Ronaldo y Messi fueron-son-unos fenómenos. Pero Maradona los sintetiza.
Maradona representa tanto al viejo fútbol
que arrancó en el siglo 19 como al moderno con VAR del siglo 21.
Fuera de la cancha fue arquitecto de su
propio destino. Sufrió la omnipotencia que sufren muchas figuras y no solo del
deporte: no encontró a nadie que se
atreviera a decirle “no”.
“Yo sé que ahora vendrán caras extrañas…”,
canta Gardel. La muerte de Maradona dará material para especulaciones,
investigaciones, libros, análisis serios, y también suficiente combustible al
puterío.
Se
va una parte sustantiva de la Argentina y de nuestras vidas. Vamos, que
extrañamos al Diego que se va pero también al que nosotros alguna vez fuimos
cuando él estaba.
Recién agarré una pelota número cinco que
tengo por ahí y la pateé. Mal, como siempre. Pero me llamó la atención que no
picó. Pensé que, de vieja que es, estaría pinchada.
No. Simplemente
hoy está triste.
-Walter
Anestiades
-Ilustración
de Nicolás Eugenio Aguilar
domingo, 22 de noviembre de 2020
APOGEO DE LA DECADENCIA
¿Dónde está el piso? Es una pregunta cuya respuesta va
cambiando a medida descubrimos que se
puede estar peor. Y en la Argentina eso se verifica seguido.
En este mes de noviembre ocho de cada diez
jóvenes que aspiran a ingresar en la Policía de Misiones y siete de cada diez
que pretenden hacerlo en el Servicio Penitenciario provincial desaprobaron el
examen que se les tomó. Diseñado por el Instituto Universitario de Seguridad, el
examen fue online y consistió en preguntas sobre Historia Social de la
Argentina e Historia Regional de Misiones, nociones básicas del Derecho, reglas
ortográficas, y se evaluó la forma en que chicos y chicas se expresaban de
forma oral y escrita. Fueron unas treinta preguntas, algunas con múltiple
choice para marcar la opción correcta y otras en las que había que argumentar
la respuesta.
A ver si se capta lo ocurrido: entre siete y ocho de cada diez jóvenes,
todos con título secundario, no pudieron contestar correctamente un examen que
fue tomado a libro abierto y con opciones como respuesta. No tuvieron que
presentarse delante de un terceto de docentes para exponer. Lo hicieron en su
casa, frente a la computadora, con la ventaja de tener los textos con las
respuestas al lado. Con un material de estudio que, como expresa el propio
instituto en su página web, “todos tuvieron a disposición en tiempo y forma”. Y
aún así no supieron buscar para contestar bien.
Es alarmante detenerse a pensar que en ese
universo de aspirantes habitan quiénes, con el tiempo, serán los encargados de
tu seguridad. De hecho, el Instituto Universitario, les dará otra oportunidad para rendir. ¡Una más. Y no jodemos más!,
grita la hinchada.
Los
jóvenes que fueron “bochados” pasaron por el sistema educativo misionero en
este siglo. Pregunta, ¿qué aprendieron?
Por supuesto que esto se da en un
contexto. En nuestro país al nivel de
exigencia de la educación lo mandaron al sótano hace rato. Por ahí andan
algunos queriendo instalar la idea de que el concepto de esfuerzo es un berretín
de burgueses. ¿Van a hacer silencio
o a dar alguna excusa berreta como
hacen siempre? Porque la renovación y los kirchneristas, que se nutren de la misma decadencia y por eso hace años que se ponen
de acuerdo en cinco minutos, tienen una caterva de alcahuetes bien
impresentables que se dedican a tapar la verdad con bolsas de cemento. En la
tele, en la radio, en las instituciones del estado, en los medios digitales, en
las redes sociales. El poder grita. La verdad susurra.
Es que tampoco hay mucha gente interesada
en defender la educación denunciando públicamente que sus carencias son las que son. Mal. Muy
mal. Porque la Argentina abunda en ejemplos en los que se verifica que el desinterés es un aliado fenomenal para
los que gobiernan.
¿El
ministro de Educación Miguel Sedoff no tiene nada que decir sobre lo que acaba
de pasar? ¿Habrá alguien que pueda y quiera explicar por qué tantos
egresados de la escuela media no pasaron un examen en el que no era necesario
ser la reencarnación de Albert Einstein para aprobar? ¿A los padres de estos muchachos les preocupará el asunto? Y a ellos
mismos, que tienen entre 17 y 23 años, ¿les preocupará? ¿Se tomará el
examen de vuelta, quizás bajen la exigencia para que crezca el porcentual de
aprobados, harán propaganda con los nuevos datos y se terminó?
Decía Ortega y Gasset que “no sabemos lo
que nos pasa. Y eso es exactamente lo que nos pasa”.
No Ortega. Por acá sabemos bien lo que nos pasa. El problema es que no importa.
Se pasea contenta la decadencia.
Disfrutando de su apogeo.
domingo, 15 de noviembre de 2020
LA INDOLENCIA ESTÁ DE CUMPLE
El próximo 10
de diciembre esa forma de gobernar
que es el feudo renovador, apoyada por esa
forma de vivir que es el indolente que los banca con su voto, cumplirá
diecisiete años. Una fecha que encuentra a Misiones como siempre porque, a diferencia de lo que ocurre con la
existencia de las personas, en las autocracias el tiempo sí se detiene.
Mientras los indolentes escuchan la
narración del nuevo cuento (la
creación del área especial aduanera que logrará que “en la provincia los
precios bajen un cincuenta por ciento”, según Rovira), el verano viene con la mochila recargada. Trae las penurias de siempre
y más también.
En la foto que ilustra este texto podes
ver al arroyo Ramón. Con un caudal
bien amarrete que es producto de la
sequía, claro, pero también de la deforestación indiscriminada del monte
nativo, que está siendo reemplazada por pinales que no son lo mismo. Y eso que
Misiones tiene un Ministerio de Ecología, a cargo del exalcalde de Apóstoles
Mario Vialey (¿otro funcionario que no funciona?, como diría alguien por ahí).
El arroyo Ramón es uno de los proveedores de agua potable para Oberá y sus
adyacencias.
Hace seis años te contamos y te mostramos
que en Oberá el agua que alimenta a las piletas del Parque Termal se desagotaban
hacia el monte a través de una alcantarilla. Con el absurdo que deriva de tirar
litros y litros de agua al tiempo que muchos obereños no tienen ni para pegarse
una enjuagada que los refresque. Hoy por hoy el agua se arroja a un lago
artificial dentro del predio. Pero en la práctica, como el agua no se
potabiliza, se sigue desperdiciando. ¿Por qué? Nunca se invirtió en la infraestructura necesaria para que se pueda
reutilizar.
El verano traerá falta de agua, cortes de
luz, cuarenta grados a la sombra, cada tanto tormentas que se llevan lo poco
que muchos tienen, y una miseria económica que tiene que ver con el pasado pero
también con el presente. Además de una pandemia que, a pesar de lo que unos
cuántos quieren creer, no se fue. Y
el dengue.
Pero
no es cierto que no se pueda hacer nada frente a estos problemas. “No
culpes a la lluvia”, canta Luis Miguel. Se puede y se pudo. Pero Rovira y sus
lacayos de la provincia y de los municipios hacen lo que quieren sin que nadie
los controle. Así es un feudo. Avalados por la mayoría de un pueblo que tiene pereza mental y falta de voluntad para
moverse y exigir la calidad de vida que deberían tener en vez de conformarse
con la nada envidiable que tienen. Así son los indolentes.
Además de los problemas tradicionales que
no deberían haber llegado a ser tradicionales, vienen otros. Que con gobernantes recitando poesía mientras
la sociedad vive su prosa, también podrían llegar para quedarse.
“Somos lo que hacemos para cambiar lo que
somos”, postulaba Eduardo Galeano.
Con una dirigencia opositora muy cómoda,
calladita la boca y metida en el negocio de perder. Con una sociedad indolente
que legitima la inacción de los funcionarios. Con gente que es espectadora de
su propia vida, la indolencia se prepara para festejar otro cumpleaños.
¿Y cómo festejan los indolentes?
No haciendo nada.
domingo, 8 de noviembre de 2020
CUATRO BODAS Y UN FUNERAL
El martes 15
de noviembre de 2020 cuatro de los cinco integrantes de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación fallaron en una causa en la que estaban en pugna los dos
principios antagónicos que vienen disputándose el poder en la Argentina de la
última década: el republicanismo y los
intereses de Cristina Kirchner.
El fallo de la corte manteniendo en sus
cargos actuales, pero solo de modo provisorio, a los camaristas Leopoldo
Bruglia y Pablo Bertuzzi, y luego sentenciando de modo similar para el caso del
juez Germán Castelli, es un shock para
cualquier ciudadano que comprende lo indispensable que resulta que el poder
político tenga contrapesos. La Corte Suprema de Justicia de la Nación es la
última instancia de defensa ante los abusos. Si allí tampoco se le ponen límites al despotismo no hay más nada que hacer. Se acabó.
El fallo, eclipsado por las elecciones en
los Estados Unidos, la operación de Maradona y el retorno del fútbol nativo, no
fue una decisión judicial más. Significó que ante una chance concreta de
casarse con la ley para vivir una vida republicana, base de cualquier esperanza colectiva, cuatro integrantes de la
Corte se casaron pero con la autocracia. Obligando al quinto a enterrar el control
al actual poder político. ¿Te parece mucho? Entonces habrá que preguntar ¿cuántas veces hay que cagar a un pueblo
para que se avive de qué lo están cagando?
Como en aquella comedia inglesa de los años noventa, con Hugh Grant y Andie McDowell, los
jueces de la Corte se verán en cuatro bodas y en un funeral. Ricardo
Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti y
Carlos Rosenkratz (el único que votó diferente) se encontrarán en cuatro
bodas. La de la corrupción con la
impunidad. La del poder autócrata con la Nación. La de los jueces con el
desamparo. Y la de los fiscales con la tragedia de Nisman.
Después, volverán a encontrase en un funeral: el del civismo.
Para algunas personas, en muchas geografías,
la cuestión del equilibrio de poderes es cada vez más difícil de asimilar. También
en Misiones, donde hace años Carlos Rovira desmontó todo mecanismo
institucional que lo pudiera controlar y eso, a tres de cada cuatro misioneros
que votan, no les importa para nada.
Esos jueces no fueron devueltos a sus
cargos anteriores por el senado nacional por tecnicismos que no pueden ser
ignorados. Ese es el guión que acompaña a la jugada política. El senado los sacó de sus cargos porque
avanzaron en las denuncias de corrupción que involucran a la titular del
cuerpo y a exfuncionarios de su gobierno. Y no es ninguna casualidad que entre
los senadores que apoyaron eso estuviera Maurice
Closs. Se trata del cofundador del espacio político que convirtió a
Misiones en este feudo que es hoy.
¿Cómo
explicarles los beneficios de la ciudadanía a vasallos redomados y a los clientes
de las pequeñas patrias contratistas de los estados provinciales y comunales? Hay
misioneros que salen a protestar por calles y avenidas contra los atropellos
paridos desde los poderes nacionales. Muchos de ellos son dirigentes de diversa
índole de espacios opositores a la renovación. Que tengan ese comportamiento
ciudadano es estupendo. Pero, ¿no es
increíble que sean los mismos que ante las injusticias provocadas desde “La
Rosadita” o desde su municipalidad, no salen a chillar ni a la esquina de su
casa?
¡Qué
decadente! Un país, una provincia, un
municipio, sometido a los caprichos y berrinches de una persona.
“Hay que ser un héroe para enfrentarse
a la moral de la época”, decía Michel Foucault.
Si la Corte Suprema avala que la política esté por encima del derecho y
transitamos un tiempo en el que se cree que eso está bien, entonces hay malas
noticias para las personas que apuestan a que haya más y mejor democracia. Quedaste
a la deriva, sin que nadie te defienda. Y para sobrevivir con dignidad ya no va
a alcanzar con que seas un buen ciudadano.
Vas
a tener que ser un héroe.
domingo, 1 de noviembre de 2020
EN BUSCA DEL EFECTO PLACEBO
“La esperanza es un buen desayuno. Pero una mala cena”, dijo el filósofo Francis Bacon y sintetizó,
sin saberlo y cuatro siglos antes, el tipo de política que durante casi dos
décadas viene practicando este partido provincial que es la renovación. Carlos
Rovira y sus lacayos acostumbraron a despertar
a los misioneros con un suculento “desayuno” (servido por el periodismo que
bancan con la pauta). Pero los mandan a dormir casi “sin comer”.
Un
placebo puede ser no solo una pastilla o una terapia. También puede serlo la
esperanza. El efecto placebo, generado
por la sugestión de la propaganda oficial, que apabulla noche y día, puede
inducir a que la sociedad misionera se sienta mejor, solo porque crean que ciertas medidas tomadas, aunque inertes, los hacen estar mejor. Si los muchachos
misioneristas reemplazaran su proyecto de poder por un proyecto de provincia,
la vida de todos sería mejor sin necesidad de placebos. Pero eso no va a
suceder.
Hace un par de semanas que el aparato de
propaganda le viene contando a la gente que un día el diputado provincial
Carlos Rovira y el gobernador Oscar Herrera Ahuad se juntaron a tomar unos mates, quizás cebados
por el diputado provincial Hugo Passalacqua. Y que, en determinado momento, de
la elevada estatura intelectual de los presentes surgió la idea: “tenemos que hacer una zona aduanera
especial para Misiones”. “Aleluya”, gritaron todos. Ahora sí, después de diecisiete años de gobierno, la
renovación por fin había encontrado la idea superadora que llevará a la
justa distribución de la riqueza e, incluso, a “generar los dólares que
necesita el país”. Impresionante.
Después el presidente Alberto Fernández
vino a Misiones y dio el inmediato “ok” para que el proyecto se ponga en
marcha. Junto al ministro Ginés (el exitoso sanitarista que contribuyó a que
seamos de los países que están bien arriba en las estadísticas de los más
afectados por la pandemia), se embarcó para la Capital Federal y le pasó la
pelota a Sergio Massa, el titular de la Cámara Baja. Así, en el tratamiento del
Presupuesto 2021 se aprobó un artículo para la creación del régimen aduanero
especial de frontera. Que ahora tratará el senado. Donde manda Cristina.
De
inmediato la mayoría de los mass-media se movieron a pura hipérbole.
Palabras como “histórico” encabezaron los títulos para “informar” sobre el Polo
Aduanero.
Incluso hubo algún medio que expuso como
figuras antagónicas a dos legisladores nacionales. Por un lado el radical Luis
Pastori, a quién describieron como si fuera un “antimisionero” por que osó analizar críticamente el proyecto
de la aduana libre. Debe ser que después de tres lustros de cubrir las sesiones
del parlamento provincial, en dónde la actividad se limita a poner el culo en
la banca una vez a la semana de mayo a octubre y a levantar la mano cuando el
amo lo ordena, muchos pensarán que la
labor legislativa se trata de eso. Hay que explicarles que no. Por el otro lado
presentaron al experonista Diego Sartori, devenido en la reencarnación de
Andres Guacurarí, como el prototipo de diputado que necesita Misiones porque
apoyó el proyecto con puntos y comas. De nuevo con eso de que si no se abraza cada pretensión del
gobierno renovador se está “en contra de Misiones”. Los renovadores son misioneros y el resto son
anti, dicen algunos. Esa canallada la aprendieron bien de
los K, que insisten con que ellos son argentinos y el resto canadienses, belgas
y vietnamitas.
Mientras los misioneros se desayunan con
la esperanza de la aduana libre que permitirá “la radicación de empresas que
darán empleo a mucha gente”, la realidad (enemiga del placebo) es que
para cubrir la canasta básica alimentaria cada familia tipo de la provincia
necesita ganar unos cincuenta mil pesos mensuales. ¿Cuántas familias ganan eso por acá? De la obvia respuesta deriva
que muchos se acuesten con una mala cena y que, en este caso, no sea una
metáfora literaria.
Puede que el
año que viene kirchneristas y renovadores vuelvan a unirse (es que se parecen
tanto) y lo de la aduana sea el placebo que induzca el optimismo general para
que los electores sigan metiendo la
boleta oficialista en la urna.
También podría suceder, aunque es más improbable,
que la masa crítica existente empiece a tomar una pastilla de ácido fólico
todos los días para tener más sangre, y entonces empiece a salir de la
comodidad de las redes sociales para militar
la resistencia al feudo con la voz, la cara y el cuerpo.
Ojalá este
asunto del Polo Aduanero contribuya a combatir los alarmantes índices de
pobreza y desocupación que Misiones también tiene. Pero, ¿qué tal si se espera a que sea la implementación y no la teoría la que
nos haga aplaudir ciertas ideas?
Por ahora los muchachos del poder buscan
que la esperanza mejore ese humor social que no puede ser mejorado
por los miserables sueldos que se pagan en la economía misionera.
“Quiero saber si todo se olvida, para
volver a empezar”, canta Julio Iglesias en su versión de “Begin the beguine”,
de Cole Porter.
Quiero
saber si la sociedad olvidará todos los cuentos contados.
Para volver a empezar…
domingo, 25 de octubre de 2020
SI LOS VOTANTES LE
DIERAN
BOLA A MONTESQUIEU…
“La historia universal es el progreso en la
conciencia de la libertad”, decía el filósofo Hegel. No han sido tantos los
que se percataron a tiempo de la gravedad
de permitir que en un gobierno se instalen autócratas. Personas entronizadas en
un esquema en el que su voluntad es la ley máxima.
En la Argentina del siglo XXI los teléfonos
son más inteligentes que muchas personas. Los sucesivos éxitos electorales de los Barones del
conurbano bonaerense, de Insfrán en Formosa, de Rovira en Misiones, de los
Rodríguez Saa en San Luis, y las tradiciones feudales que gozan de estupenda
salud en Catamarca, Tucumán, Jujuy, Salta, Neuquén, Santa Cruz, Chaco, San
Juan, La Rioja o Santiago del Estero, nos fuerzan a seguir recordando aquello
de Cicerón: “la libertad no consiste en
tener un buen amo sino en no tener ninguno”. Una porción sustantiva del
electorado, que cuando no es mayoría le pega en el palo, sigue prefiriendo a los “buenos amos”.
Ese continúa
siendo el problema estructural. Votantes que concentran el poder en una persona
que, por supuesto, después abusa de su poder porque puede hacerlo impunemente. De
eso deriva que estén en marcha muchos proyectos de poder pero ningún proyecto
de país, de provincia o de ciudad. Y no son lo mismo.
La calidad
institucional es la que favorece la calidad de vida. Millones de argentinos ni
le llevan el apunte a eso. Y siguen
votando intendentes, gobernadores o presidentes a los que nadie controla.
Luego, lo que sucede en sus gobiernos es de manual.
Hace un año, ante
el fracaso económico del gobierno de Macri, y tras el histórico yerro del peronismo que en vez de autodepurarse para
tornarse republicano se volvió a unir con el kirchnerismo, llegó el triunfo
electoral del Frente de Todos. Otro proyecto de poder que se concentra en la
búsqueda de impunidad para su jefa política. Sus funcionarios, comenzando por
el Presidente, se la pasan buscando responsables para eludir hasta la más
mínima autocrítica y hacen declaraciones para sostener la hipérbole en los
videograph de la tele y en los medios que viven de la pauta.
Si no se asume que los gobernantes deben
ser controlados no se entiende nada. Cristina Kirchner es una autócrata.
Como lo era su esposo Néstor. A unos 2.500 kilómetros de la Casa Rosada en
Buenos Aires, se encuentra la Casa de Gobierno de Santa Cruz, en la calle
Alcorta, ciudad de Río Gallegos. El plan
nacional en ejecución es similar al provincial y al nacional que ya ejecutaron.
Van por todo en el país porque en Santa
Cruz ya tienen todo. Con un estado
clientelar cuyo piso de votos cautivos hace que para un opositor en
serio ganar las elecciones sea una quimera. Porque en esos proyectos políticos
personales sobrevivir de las migajas que tira el estado no es una ayuda social
indispensable. Es parte del plan para
sostenerse en el poder.
Argentina. Octubre de 2020. Tenemos una economía que Cristina dejó en
Guatemala, Macri la puso en Guatepeor y el Frente de Todos ya la llevó a Guatepeor Recargada. Y una pandemia que
afecta al globo terráqueo, pero que con inútiles y mentirosos en los gobiernos
afecta más.
Charles Louis de Secondat, señor de la
Brède y barón de Montesquieu, vivió 66 años en la Europa de fines del siglo
XVII y de la primera mitad del siglo XIII. Nos dejó un legado intelectual que
debería ser ineludible. Nos habla de la separación de poderes. De lo capital que resulta que el poder no se concentre y que quién lo ejerza sea
controlado. El clásico “checks and
balances”. Hace años que millones de electores argentinos, cientos de miles
de electores misioneros y miles de electores obereños votan haciendo todo lo
contrario: concentran el poder. Se
enamoraron de la estabilidad de sus cadenas.
Así estamos más
cerca de la distopía que de la utopía. Una cuestión de fondo que se ve reforzada por la decadencia educativa y el
embrutecimiento general. Fijate el nivel de los comentarios de los
cyber-opas al pie de los artículos. Personas que no leen las notas y opinan
barbaridades en base a fotos y titulitos. Todo con una ortografía que hace
arder los ojos. Los helenos le decían
“idiotas” a aquél que solo se preocupaba por lo suyo y despreciaba los asuntos
de la ciudad. El día de las elecciones parece un censo de idiotas…
El
psicólogo argentino Marcelo Rodríguez Ceberio postula que cuando tenés un
problema y no lo solucionás, el paso el tiempo hace que estés igual. Y eso es
estar peor.
Muchos quieren saber que pasará en el futuro.
Por no querer entender que nadie tiene derecho en nombre de nada a abusar de su
poder, es que en el futuro estaremos igual.
Y eso es estar peor…
sábado, 17 de octubre de 2020
LOS DEMÁS
Una y cuarto de la tarde del lunes 1º de julio de 1974. Juan Domingo Perón es declarado oficialmente muerto por los médicos que intentaron reanimarlo tras sufrir un segundo y definitivo paro cardíaco. Tenía 78 años de edad y era, por tercera vez, el presidente constitucional de la Argentina. Su último mandato había durado 262 días. No dejaba hijos pero sí una feroz pugna por la herencia política entre leales y traidores, sindicalistas y burócratas, y entre asesinos: los de la “Triple A” y los vástagos montoneros.
También
dejaba un país con una calidad de vida que había desafiado a los golpes de
estado y a la violencia política. El desempleo era solo del 2,7%. Y la pobreza se situaba apenas en el 4,5%. Números de una economía que parecen
de un país utópico ante este presente distópico.
Perón
tuvo mucho que ver con ese bienestar. Tuvo que ver con muchos malestares.
Pero con ese bienestar también.
Atrás
quedaban tres décadas de un exitoso proceso económico que arrancó en 1.946.
Con el primer gobierno constitucional de Perón. Con sus más y con sus menos
entre el 46 y el 74 el Producto Bruto Interno-el indicador que mide lo bien o
lo mal que le va a un país-creció, en promedio, un cuatro por ciento anual. Fue el mayor crecimiento consecutivo de la
historia económica argentina.
A Perón se lo puede criticar mucho y casi
todo lo que se diga será cierto. Pero también se lo puede elogiar mucho y,
también, casi todo lo que se diga será cierto. Hace setenta y cinco años, el 17
de octubre, una multitud de trabajadores fueron a pedir por él a la Plaza de
Mayo. Esa multitud a la que el diputado
radical bonaerense Ernesto Sammartino calificaría un par de años después,
hablando en el Congreso, de “aluvión zoológico”.
Está de moda que los liberales “refresh”
que tenemos en la Argentina hablen en la tele de “una decadencia de setenta
años”. Ergo, desde que Perón se entronizó en el poder. Lo mismo decían nuestros liberales de siempre, como el patético Álvaro Alsogaray, un
liberal en lo económico que apoyó todas las dictaduras, provocando el espanto
de los europeos que, más serios, no podían creer que se pueda defender la
libertad económica pero no la individual. Espert y Milei pueden manipular
nuestro pasado porque le hablan a ignorantes incapaces de refutarlos porque
para aprender historia hay que hacer el esfuerzo intelectual de leer y a la moderna
pereza mental le queda más cómodo limitarse
a dar likes en Facebok. ¡Mirá vos! Ahora resulta que sentimos nostalgia de la
“Década Infame”, de la Argentina como virtual colonia inglesa, de la “Semana
Trágica” o del “Régimen Conservador”, donde el clientelismo y el fraude
electoral eran los cimientos de un modelo en el que ser un trabajador equivalía a ser un esclavo casi de la época de
Espartaco.
En el imaginario colectivo Perón es el
político que, desde el poder, se ocupó de esa clase de gente que todo el resto
de los políticos olvidan cuando llegan al poder: los laburantes. Y fue así.
Lo
que vino después de aquél mediodía del invierno del 74 ya lo sabemos.
Triple A vs Montoneros (ambos responsabilidad de Perón). Isabel en un cargo que
le quedaba enorme (también). El “Rodrigazo”. El golpe de estado y una dictadura
que con el combate a la subversión y la guerra de Malvinas liquidó a dos generaciones y que con Martínez
de Hoz cambió para siempre nuestra economía: pasamos del intentar producir al
buscar especular. Con la vuelta de la democracia comimos- cada vez menos-, nos
curamos-cada vez peor-, y nos educamos-cada vez con menos exigencia-. El
menemismo y el cambio cultural: “es funcionario. Mirá si se la va a perder”,
dicen hasta hoy los giles que creen que la plata del estado la pone Dios. La
Alianza, que llegó a sacarle el 13% a los jubilados (en Misiones lo hizo
Rovira). Duhalde y la pesificación asimétrica. El kirchnerismo y otro maléfico
cambio cultural: la post-vergüenza. Macri y Dujovne (y está todo dicho). Y de
nuevo Cristina Kirchner con su marioneta Alberto y la mitad del país en la
pobreza (culpa, obviamente, del Macri que mandó a matar a Dorrego, de Trump, de
la pandemia, de la derecha internacional, de la izquierda apátrida, del
neoliberalismo, del campo, del sionismo, de los running, de los que el domingo
dejarán la casa para ir a darle un beso a su mamá, de Marcelo Longobardi, y de
Mafalda también).
Hay que hacer un esfuerzo sublime para no deprimirse pensando que hoy el
peronismo orgánico está en manos de Cristina, Alberto y Aníbal Fernández, Hugo
Moyano, Máximo Kirchner, Sergio Massa, los barones del conurbano y los señores
feudales de las provincias. Y que los defensores de su ideología son Víctor Hugo Morales, C5N,
Amado Boudou, Roberto Navarro, Juan Grabois o Hebe de Bonafini. Y hay que hacer
otro esfuerzo para no automedicarse al observar que en Misiones, para cientos
de miles de electores, sigue siendo verosímil el oxímoron “peronismo-renovador”.
Perón fue el único que repartió los pedazos
de la torta. Antes y después de él, comimos miguitas.
De eso se trata el “Día de la lealtad
peronista”. Hoy apenas comprendida por una minoría, porque la mayoría cree
que para ser peronista alcanza con poner
los deditos en “V”. Y que no importa si el peronismo es alianza o lucha de
clases. Y que importa menos si se es chorro, patotero o se gobierna dejando al
trabajador en la pobreza, pero se es “compañero”. Habrá que asumir que en el
siglo XXI acomodo mata ideología y que el
peronismo es nada más que una nostalgia. Porque hoy hay cada uno que la va de
peronista que ¡mamma mía!
“No
es que nosotros seamos tan buenos, sino que los demás son peores”, definió
el general desde el exilio.
Lunes 1º de julio de 1.974. Una y cuarto
de la tarde.
Se
iba Perón.
Y llegaban los demás…