PH PODEMOS HABLAR...DE PABLO HASSAN
Aún si la
renovación vuelve a sufrir otra derrota como en septiembre, su primer candidato
será electo diputado nacional por la minoría. Ergo, en dos meses Carlos
Fernández abandonará el cargo de alcalde de Oberá y debería ser el concejal
Pablo Hassan quién complete los dos años que le quedan de mandato a la
renovación. Toda una incógnita…
Es cosa juzgada. El médico Carlos
Fernández decidió que es más importante la voluntad de una persona, Carlos
Rovira, que el mandato de los 18.520 obereños que en 2019 ratificaron su confianza
en él para un segundo período. De hecho, Fernández está ahora enfocado en la
campaña electoral y la labor como alcalde ocupa en su agenda un evidente
segundo lugar. Fernández mira a Buenos Aires, mira al Congreso Nacional. Donde
será parte del “kirchnerismo culposo” que responde con votos, más allá de
retóricas oportunistas, a Cristina y Alberto Fernández.
En la línea sucesoria se encuentra el
concejal Pablo Hassan, quién deberá administrar la ciudad entre diciembre de
2021 y diciembre de 2023. Una ciudad que quedó muy atrasada tras soportar años
de proyectos de poder sin proyectos de gestión. Hassan es un joven abogado que
deberá lidiar con todos los problemas que existían antes de que su partido
empezara a gobernar en 2003 (no arreglaron ni uno solo), más los otros que
agregaron con sus pésimos manejos.
Oberá en el único lugar que castigó a la
renovación también en comicios locales. Y hay muchos pensando en 2023. Daniel Behler,
el líder del “titismo residual”, se relame apostando a que la sumatoria de una amnesia
colectiva que deje de identificarlo con la calamidad que fue Rindfleisch, más
los candentes fracasos de Fernández, le puedan dar chance. “Tony” Lindstrom
podría no escarmentar y encaminarse a una tercera derrota. Y Rafael Pereyra
Pigerl, el que mejor se viene moviendo, deberá anoticiarse si es capaz de ganar
una elección él mismo y no siendo parte de una lista sábana de Carlos Rovira.
Hassan enfrentará una situación inédita: el
Defensor del Pueblo, ese cargo que el oficialismo pensó para marionetas, estará
en manos de un opositor. Y uno como Carlos Bernhardt, con excelente reputación.
Con un país que padece una crisis
económica fenomenal. Con el riesgo institucional de que la interna del Frente
de Todos sea de una irresponsabilidad aún mayor que la que vemos. Con un Rovira
disgustado con aquellos que le están haciendo perder el timón de la segunda ciudad
de la provincia. Con el impensado revivir de la oposición, por demérito ajeno.
Con un par de medios de comunicación que no tienen precio. Y con los
decepcionados por el doctor que canceló los turnos.
Con este panorama asumirá un Hassan que tiene
derecho a pedir lo mismo que Juan José Castelli.
“Si lo ves al futuro, decile que no venga”
Walter
Anestiades
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