domingo, 13 de febrero de 2022

 

       LOS DÉSPOTAS DEL NORTE CHICO

 

     Una decena de gobernadores de las provincias del NOA y del NEA armaron un bloque llamado, hiperbólicamente, “Consejo Regional del Norte Grande Argentino”. Se trata de las zonas más empobrecidas del país. Lugares donde lo acumulado por los que manejan el poder (ellos), contrasta alevosamente con la paupérrima calidad de vida del resto. Se juntaron en Misiones para hablar de algunos de los tantos problemas que nunca solucionarán. Porque la paradoja es que el primero y más grave de esos problemas, son ellos mismos.

     Oscar Herrera Ahuad es uno de los títeres de Carlos Rovira, el señor feudal de Misiones desde hace dos décadas. Gildo Insfrán gobierna Formosa hace veintiseis años, un dato que alcanza y sobra para dimensionar el ambiente político creado por un personaje que está entre lo más patético que conocimos. Gerardo Zamora es un radical K que va por su cuarto mandato en Santiago del Estero, con un paréntesis en el medio, cuando gobernó su esposa. Jorge Capitanich transita su tercer mandato en el Chaco. Ricardo Quintela manda en La Rioja. Osvaldo Jaldo reemplazó en Tucumán al hoy jefe de gabinete nacional Juan Manzur. Raúl Jalil gobierna en Catamarca. Y Gustavo Sáenz en Salta. Hasta acá todos kirchneristas asumidos o culposos (como el misionero Ahuad). Y hay dos radicales: Gerardo Morales, que es el presidente del partido y gobierna  Jujuy. Y Gustavo Valdés que gobierna Corrientes.

     Al recorrer estas provincias argentinas se descubren comunes denominadores. La descomunal belleza de sus geografías. El desaprovechamiento planificado de sus recursos naturales. El aprovechamiento planificado de cuanto negocio se pueda hacer desde el estado. La cultura conservadora de sus habitantes. El minoritario ejercicio del periodismo (lo otro es propaganda oficialista vendida como información). El poder de las iglesias cristianas o las que dicen ser eso. Una oposición que torna innecesarios a los oficialistas (con excepciones que son condenadas a la periferia política). Una justicia armada para que haya garantía de impunidad. Sistemas de salud donde la mejor alternativa para el paciente es rezar. Inseguridad creciente al compás de un narcotráfico creciente. Un estado patotero. Y un modus vivendi que puede ser disfrutado si se va de turista.

    En la reunión que mantuvieron en Misiones desempolvaron la clásica sanata antiporteña “porque los porteños pagan el boleto del transporte público muy barato”, apoyando al gobierno nacional en la quita de subsidios al transporte en la Capital Federal. Donde es cierto que pagan un boleto baratísimo en comparación con el interior. Pero también los bonaerenses del conurbano, que cruzan la avenida General Paz todos los días, pagan el boleto barato. ¿Y entonces? Y que entonces esta gente es funcional a Cristina Kirchner para que, vía Alberto Fernández, esmerilen a Horacio Rodríguez Larreta. ¿Los ves enfrentando a los intereses de Axel Kicillof, el hijo político de la jefa?

     Incluso Gerardo Morales, más ducho en el “fuego amigo” que en dispararle “al enemigo”, se pone contento rapidito con cualquier acción que vaya contra un potencial rival interno como Larreta.

     El lingüista polaco Alfred Korzybski acuñó aquella metáfora de que “el mapa no es el territorio”. Ergo, el territorio (la realidad), y nuestro mapa mental (la interpretación de esa realidad) son cosas diferentes.

     El mapa no es el territorio.

     Y la propaganda que hacen de estos tipos que gobiernan en el norte, tampoco.

 

Walter Anestiades

    

No hay comentarios: