LA OBERÁ OPACA
Desde una
impostura nirvana el novel alcalde de Oberá puso la cara en la vida virtual en
un spot de tendencia surrealista denominado “Oberá brilla”. Justo cuando la
ciudad que administra más opaca está, Pablo Hassan invita a mantener jubiloso
el ánimo porque con la llegada de unos camiones y unos tachitos muy lindos el
medio ambiente saldrá beneficiado con el tratamiento de los residuos. Suena
estupendo, pero Hassan debería enfocarse en la vida real, donde miles de ciudadanos, quizás
después de juntar y sacar la basura, quieren lavarse las manos pero no tienen
con qué. Y que el aguatero municipal recorra la ciudad porque un acueducto que gratis
no salió y apenas pasa el lustro resultó otro bluff, atrasa demasiado.
¡Cómo fastidian los gobiernos que no
solucionan ni uno solo de los problemas, pero pretenden que eso puede ser compensado
con un slogan!
Después de años de informar casi en
soledad por tv, radio, gráfica y hasta en un libro los detalles de cómo fue que
una ciudad emplazada sobre una reserva mundial de agua viva en “emergencia
hídrica”, no hay más que agregar. La alianza tácita entre la desidia y la
corruptela oficial, la indolencia social, el silencio opositor y la indispensable
complicidad mediática, devastó la calidad de vida.
La solución es institucional. Y debe ser
exigida de abajo hacia arriba porque al revés no pasa nunca. Un funcionario
público debe ser controlado por una oposición que no trance, una prensa crítica
aunque reciba pauta, y una justicia en la que no tengan lugar una maestra de
Biología y un ex apoderado del partido político del señor feudal. El ciudadano
se compromete y, además de cumplir con sus obligaciones, exige sus derechos. El
idiota, como lo llamaban en la Grecia clásica, se desentiende de lo público.
Que prevalezca uno u otro anticipa el porvenir de una ciudad, una provincia o
un país.
En “El hombre mediocre”, José Ingenieros
escribió que las personas no viven de lo que tragan, sino de lo que asimilan.
Es tiempo de que la sociedad, con la experiencia y con lo que pasa tan a la
vista, asimile los ¿por qué? de sus problemas. De que lo hagan o no dependen
muchas cosas.
Por ejemplo, que no falte lo que sobra.
Como el agua.
Walter Anestiades
No hay comentarios:
Publicar un comentario