GILDO
ROVIRA
La gente digna no puede
creer que la otra parte, que es mayoría, haya perpetrado la insensatez de hacer
de Carlos Rovira otro Gildo Insfrán y de Misiones otra Formosa. Lugares donde
la ley máxima es la voluntad de una persona. Donde a peor calidad de vida mayor
es el apoyo al gobierno. En los feudos, palabra que define mucho, ser
oficialista no es una postura política. Es una actitud de vida. A prepararse
porque si en 2027 el dedo de Rovira señala a Bugs Bunny, el próximo gobernador
de Misiones será un conejo.
El 7 de mayo
de 2023 será una fecha bisagra en la historia de Misiones. Fue el día en que 7
de cada 10 votantes, en un día de copiosa lluvia que dejaba más al descubierto
el atraso en que se vive, ese mismo pueblo agotó la última chance de un cambio.
Si no le ganaron a Rovira y sus lacayos con un dólar a casi 500 pesos, con una
inflación nacional anual de más del ciento por ciento, con el NEA que Misiones
integra teniendo la inflación regional más alta del país, con los salarios pauperizados
que se pagan en la provincia, pues no le ganarán nunca más. Se acabó.
La oposición
tiene su cuota-parte de responsabilidad, claro. Primero porque debería
comportarse como una oposición. Don Leopoldo Marechal decía que “Cuando se
recibe un nombre se recibe un destino”. Y cualquiera sabe que ´los dirigentes
de “Juntos” por el Cambio solo están juntos en las boletas.
En un distrito
donde hay un señor feudal llamado Carlos Rovira, el candidato opositor Martín
Arjol se pasó toda la campaña sin nombrarlo. ¿Qué dirigente o concejal radical,
del PRO o de Activar de Posadas denunció lo que hace Stelatto con el curro del
SEM o se atreve siquiera a criticarlo? El padre Piña tenía ochenta años y poca
salud cuando se enfrentó al poder rovirista. Ahora estos pendejos de cuarenta
años no se atreven ni a nombrarlo!
Pero también el pueblo aplaude la tibieza de
sus dirigentes. Cuando se hicieron las PASO de 2019 el único diputado
provincial que enfrentó a Rovira cara a cara en el parlamento local, Gustavo
González, terminó cuarto entre cinco candidatos. Es obvio que una mayoría
prefiere esperar a recibir las miguitas del gran banquete que enfrentar a Rovira.
El que no está prendido tranza por poco o se queda en el molde, porque para
oponerse al poder hay que tener cojones, creatividad y perseverancia. Cualquiera
es renovador. Cualquiera es oficialista. Porque es más fácil.
Mamita! con el
periodismo misionero, si es que cabe seguir llamándolo periodismo. Verlos en
acción en cada campaña electoral es asistir a un desfile de ortibas que
provocan acidez estomacal. ¡Y el público! Incapaz de distinguir periodismo de
propaganda le da lo mismo leer Infóber que Misionesonline. Y no soportan leer
más de diez líneas para, enseguida, mirar la fotito, escribir estupideces o
poner emojis. “Se gual”, decía Minguito. No. No es igual.
En Oberá, la
gran sorpresa de la jornada electoral porque se esperaba otra cosa y otra cosa
mejor, ganó ampliamente Pablo Hassan. Un muchacho que en la mesa del poder del
establishment posadeño, no pasa de servir el café. A Oberá la manejan unos
posadeños por whatsApp. Y se ve que a muchos les encanta.
En 76 de los
78 municipios la renovación le dio una paliza electoral a Juntos por el Cambio
y al que se atreviera. Con unos porcentajes más dignos de un gobierno
escandinavo, con altos ingresos per cápita, que de gente cuyos problemas son la
luz, el agua, la inseguridad, las cloacas, la falta de trabajo, la pobre
educación de sus hijos y sobrevivir con las veinte guitas que les pagan.
Pero ya está.
El camino que 400 mil misioneros eligieron el 7 de mayo no tiene retorno. Lo
que queda es que cada uno se pregunte si es capaz de luchar por cambios que no
va a ver. O peor. Que no se van a dar.
Para llevar a
cabo la resistencia se precisa temple de acero. Y tomar conciencia de que el
pueblo podrá elegir a otros cuando hay comicios nacionales o alguno local
aislado que no comprometa a la “caja”. Pero cuando se trata de retener el poder
territorial son capaces de votar cualquier cosa. Y cualquier cosa es cualquier
cosa. Por ejemplo Passalacqua.
En los
próximos meses asistiremos a otro comportamiento social patético: miles tomarán
partido por Javier Milei y su discurso sobre la libertad. Pidiendo libertad para
su país los que en su provincia bancan el feudo. Los “libertarios roviristas”.
Un oxímoron realmente patético.
Te lo contamos
decenas de veces y lo contaremos otras docenas más. El sabio Cicerón decía que
“La libertad no es tener un “buen amo”, sino no tener ninguno”. Pero en
Misiones, como en tantos feudos del país, la mayoría prefiere a los “buenos
amos”.
Ahora vendrá
una etapa en la que muchos que bancan la corruptela renovadora despotricarán
contra la corruptela kirchnerista. Son los que hablan de Cristina para no
hablar de Rovira. Como si fueran diferentes.
¡Hay si sos una
persona digna que se esfuerza, que ama a su tierra y que quiere progresar
trabajando y en paz!
Los días por
venir, no te van a gustar mucho.
Walter Anestiades
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