sábado, 27 de mayo de 2023

 

                 DATO MATA RELATO

                 PERO VOTO MATA DATO  

     

     

     En 2023 unos cinco millones de argentinos ya votaron en comicios provinciales y la mayoría no quiso intentar un cambio a pesar de tener una vida más parecida a la del siglo XIX que a la del XXI. Ratificaron a gobiernos locales que le han sumado muchas miserias propias a los desastres de la política nacional. El mensaje es preocupante: la realidad no influye en el voto.

     En lo que va del año los oficialismos ganaron en La Pampa, Río Negro, Salta, Tierra del Fuego, Misiones, Jujuy y San Juan. Y el Movimiento Popular Neuquino perdió por solo dos puntos contra uno de los suyos que había sido vicegobernador y se rebeló.

     Esto sucede en un país con un dólar a 500 pesos y una inflación anual del 110%. Con la inseguridad y el narcotráfico que se entronizan en todos lados, no solo en Rosario. Donde 4 de cada 10 habitantes son pobres y donde son demasiados los chicos que no comprenden lo que leen aunque pasen de grado en la escuela.

     La Misiones feudal de Rovira, según los datos del INDEC derivados del Censo Nacional 2022, es una de las cuatro provincias en donde sus habitantes tienen el menor acceso a los servicios públicos básicos. Así de triste como suena: Misiones es el lugar del país dónde menos cloacas hay y donde la agenda de los problemas cotidianos incluye el no tener agua potable ni energía eléctrica. Se pagan salarios pauperizados y jubilaciones miserables. No solo Rovira, los capangas comunales hacen lo que quieren sin control. Casi toda la prensa troca obsecuencia por pauta oficial. Y el 55% de los que trabajan en blanco lo hacen para el estado provincial o comunal.

      En un lugar en el que se vive así el oficialismo, que lleva dos décadas en el poder, sacó el 61% de los votos y ganó 76 de las 78 intendencias. Rovira volverá a tener como gobernador títere a un Hugo Passalacqua que, además de lo señalado, en su primer período ya demostró lo que es capaz de hacer: nada.

     Un repaso por las otras provincias en las que se votó exhibe un modus vivendi similar y arroja unos números electorales parecidos.

     Cuándo la economía estaba mejor se decía que los oficialismos triunfaban porque “mientras la economía va bien ganan los oficialismos”. Pero ahora la economía nacional va muy mal  y las provinciales también, e igual ganan los oficialismos. ¿Entonces?

     Ya hemos escrito acerca de que en un feudo ser oficialista no es una postura política sino una actitud de vida, porque ser oficialista es más fácil. Y que el fenómeno de la “cancha inclinada” condena a los opositores a participar pero sin competir. Con solo ser oficialista y disponer de la “caja” del estado cualquier impresentable se convierte en un ganador.

     Se verá qué pasa en el resto del país. Pero hasta acá, para el 13% de los argentinos que ya fueron a las urnas, aunque dato mata relato, voto mata dato y apoya relato.

    El Mahatma Gandhi decía que “El futuro depende de lo que hacemos en el presente”.

      ¡Mamita!

 

-Texto: Walter Anestiades

-Imagen: captura de Facebook, página Movimiento Salubrista

 

    

    

    

 

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