martes, 31 de octubre de 2023

 

       TODA CRISTINA SUEÑA CON UN MILEI

 

     “El diablo es muy puntual” decía Calderón De La Barca. Cuando el desastroso gobierno de sus títeres Alberto y Sergio parecía condenar al kirchnerismo a una debacle electoral, cuando parecía que la política ya no podría salvarla de la justicia, apareció Javier Milei y dividió a la oposición. La dividió el día del voto y así ella retuvo nada menos que la provincia de Buenos Aires. Y, aún mejor para ella, parece que la dividió para siempre. La viuda de Kirchner no puede quejarse de su suerte: cuando con un Massa no le alcanzaba, le llegó justo un Milei.

     Con Patricia Bullrich fuera del balotaje, Mauricio Macri se apuró a poner en práctica su estrategia de supervivencia y dotó a Milei de la compañía que necesitaba ante tanta soledad. Aunque a la motosierra haya que cambiarla por un alicate y se deba asumir que el irla contra la casta era un muy lindo cuento, pero un cuento.

     Juntos por el Cambio no dejó error por cometer. Empezando porque nunca estuvieron juntos. Encima la cantidad de electores que le otorgan a su voto valor de cambio los tornaron ideales para el Massa sin escrúpulos y su “plan platita”. Y encima Milei enamoró a la juventud. Demasiado como para irla contra el peronismo.

     En las PASO de agosto se vio claramente que en la provincia de Buenos Aires (la más grande del país, donde votan 4 de cada 10 argentinos, y donde Cristina Kirchner buscaba refugiarse tras uno de sus títeres predilectos como es Axel Kicillof), los que estaban en contra del peronismo eran más. Pero estaban divididos en dos opciones: Néstor Grindetti, de Juntos por el Cambio, y Carolina Píparo, del partido de Milei. Si se unían ganaban. Pero la soberbia pudo más y en las generales de octubre volvieron a competir separados. ¿Resultado? Kicillof se quedó con 4 millones 200 mil votos y el 45% y ganó su reelección.  Grindetti con 2 millones y medio y el 26%. Y Píparo con 2 millones 300 mil votos y 24 puntos. Entre Juntos por el Cambio y la Libertad Avanza sumaron 4 millones 800 mil votos y el 50%, 5 puntos y 600 mil votos más que el kirchnerismo. Kicillof, de mínima, debería invitarlos a un buen asado.

     Ahora, como Massa les ganó la elección, Macri, Bullrich y Milei descubrieron que, como  “sacar al kirchnerismo” es el objetivo en común de sus vidas políticas, (sobre todo Milei que en la campaña habló pestes de Bullrich y poco y nada de Massa), para eso debían “dejar los egos de lado” y unirse. Pero con el territorio bonaerense ya retenido, Cristina chocha.

     El balotaje lo puede ganar cualquiera. Pero que en ese “cualquiera” entre un deplorable ministro de Economía como Sergio Massa evidencia que en la oposición, de tanto dedicarse a perder, perdieron. Para eso sí son buenos. Y si Juntos por el Cambio se separa también en el Congreso, Cristina y el peronismo, más que chochos, estarán hechos.

     Parecía todo perdido para la viuda de Kirchner. Pero justo apareció un Milei.

     ¡Qué sabio Calderón de la Barca!

      El diablo es muy puntual.

 

Walter Anestiades

 

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