¿Cómo razonar con un
fanático? Parece imposible. Es
más. Es imposible. De dónde venga que venga su fanatismo, el fanático
no admite la posibilidad de que las cosas no sean ciento por ciento como
él las ve. Para el fanático
el otro, su opuesto según él, es el complemento miserable del mundo
maniqueo en el que vive.
Las religiones, que suelen tener poco que ver con la fe, estimulan como pocas otras cosas esos fanatismos. Y cuándo de sexo se trata, mamma mía! El cristianismo de los hombres, porque el de Cristo es otra cosa, suele poner la tilde en el sexo. Desde hace siglos para los hombres de la Iglesia, coger es peor que matar.
Pero, ¿qué pasa con el fanatismo opuesto al religioso? Suele tener
mejor prensa que su archienemigo pero quién lo padece es igual de
obtuso.
En éstas horas se va a llevar a cabo en Oberá-si los dejan-un evento denominado “Taller de restauración sexual”.
La palabra “restauración”, de por sí, inquieta, claro. Del latín
“restauratio” el término tiene usos diferentes según el contexto. Pero
podemos remitirnos al más frecuente: volver a poner algo en el estado que antes tenía. Organizado por el estado obereño (núcleo
del asunto), será dictado por un matrimonio de pastores evangélicos
chaqueños que además dicen ser él abogado y ella médica ginecóloga y
sexóloga, ambos recibidos hace un par de décadas en la Universidad
Nacional de Rosario.
Ya hemos dicho mucho desde hace rato-como con casi todo-y
apelando a quién sabe de lo que habla-como casi siempre- sobre un tema
que no tocamos en la
comodidad de Facebook, sino en
radio, televisión y en gráfica , de modo tal que no vamos a ponernos el
traje de loro para dejar clara una postura que solo no lo está para los
“aventureros del dial y de las web” que suelen pretender que uno muestre
sus credenciales y diga en quince minutos lo que sostiene hace años.
Si nos llama la atención, porque gracias a Dios la capacidad
de asombro no la perdimos y eso suele ser un síntoma de salud, tres
cositas:
1-La pastora Silvia Cinalli, ya que nos dicen que es doctora
especializada en Ginecología debe tener su correspondiente número de
matrícula profesional. Se lo hemos solicitado-hablando con la propia
funcionaria- a la Directora de Culto del municipio local (insistimos, el
que organiza el seminario), una amable señora y odontóloga llamada Mirta Hartfield.
Escritas éstas líneas aún no hemos recibido el dato que, suponemos,
debe haber sido chequeado de antemano. No hace falta aclarar que el
hecho de que Silvia Cinalli sea o no lo que dice ser cambia
radicalmente nuestra postura ante el evento. El evento, ¿es científico o
es religioso? Si es científico en el llamado “equipo de capacitación”
debe haber por lo menos una científica. Sería solamente la propia
Cinalli porque el resto son abogados, pastores, teólogos y hasta una
kinesióloga, tal cual puede ver cualquiera que acceda a la data del
Ministerio (llamado “De Restauración Sexual) que comanda el matrimonio
en el Chaco. Para tratar patologías que tienen mucho de psicológico o
psiquiátrico, sorprende que no haya ningún psicólogo y ningún
psiquiatra. Esperamos el relevante dato.
2-De lo dicho se desprende que si el enfoque es científico hace muy
bien el estado obereño en auspiciarlo. Si es exclusivamente religioso
mete la pata porque
el estado (obereño, misionero, porteño, cordobés o nacional) es por definición
laico.
Pero nadie que sea obereño y no viva en un termo puede pretender
descpnpcer la relación relifiosa.política-electoral-económica que existe
hace años entre el intendente Rindfleisch y muchos “Pastores”. Ah, ¿no
lo sabías? Bienvenido a la realidad, entonces.
3-Por las redes sociales la noticia produjo “movilización”. Se
juntaron casi cuatro mil firmas-y tal vez más- repudiando el seminario y
pidiendo que no se lleve a cabo.
El INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia
y el Racismo) debería mutar su sigla-al menos en Misiones-a INADIS
(Instituto Nacional contra la Discriminación, la xenofobia y el racismo y
por sobre todo lo Sexual), ya que acá por Oberá y Misiones para lo
sexual gritan y para casi todo lo otro susurran. El caso María
Ovando-denunciado por el periodismo, no por ellos-es un ejemplo
contundente de que susurrando en algunos casos, corren menos riesgo de
que se enoje Rindfleisch, Closs, o peor para ellos, Cristina.
En horas se juntaron ràpidamente cuatro mil firmas contra el evento. El
quíntuple de lo juntado con máximo esfuerzo durante semanas y muchas sacadas con fórceps -como nos confesó el abogado
Pereyra Pigerl al aire en
FM Oxígeno-para
que en Oberá haya agua potable en la red para todos. El agua que no hay
porque hace tres lustros que los que todo el mundo sabe que se la
“vienen llevando”, no invierten en lo que deberían con los dineros
públicos y el de los socios de la cooperativa que da (es un decir) el
servicio. Parafraseando con lo dicho de la historia de la iglesia de los
hombres, está visto que a ésta gente también le importa más con quién
se coge que el tener los servicios básicos para vivir.
Algunos piden que el Seminario no se lleve a cabo porque han visto y oído por Youtube que éstos pastores evangélicos no soportan a los homosexuales por más que en estas jornadas se cuiden de lo que digan. Aleluya! Ultimo momento!!!!!
Cuatro mil tipos descubrieron que muchos líderes de las iglesias
cristianas tienen un rollo con lo sexual. Bueno, algunos hace poco
descubrieron lo que ocurre en la CELO. Dales tiempo. Ya van a “descubrir” también que los tipos que ellos votan desde hace una década…son inútiles y chorros.
No se puede prohibir algo porque “creo” que van a decir tal cosa… Se llama censura previa. Muy discriminatoria, por cierto.
Déjenlos que hablen. Después, tendrán los canales
correspondientes para actuar si lo expresado en el seminario lo amerita.
Al tiempo, se me hace que algunos autotitulados defensores de los derechos humanos deberían revisar que cosa son los derechos humanos.
Dicen que cuándo se está frente a un antropófago se pueden hacer muchas cosas.
Lo que no se puede hacer, para no ser como él, es comérselo.