lunes, 29 de abril de 2013

QUE PAREZCA UN SINDICO

               

     Guillermo Monge heredó de su padre, Florentín, su viejo interés por los asuntos de la CELO.  Lo que está muy bien. Pero también heredó el renovado interés de su padre por Ewaldo Rindfleisch. Lo que no está tan bien.
     Muchos socios ni saben ni les importa averiguar para qué cosa hay un Síndico en la Cooperativa. El término viene del latín syndicus, que a su vez lo toma del griego syndicos . Como los griegos hablaban en conceptual, el concepto del síndico era  “asociarse en defensa de algo o alguien”. Modernamente, se asume que en una cooperativa-como en el caso de la CELO-la función del síndico es fiscalizar la administración de la misma a favor de defender el interés de los socios. Sencillamente, el síndico debe controlar la administración de la CELO en defensa de los socios. Acá, dos más dos son, invariablemente, cuatro.

     Oberá tiene un serio problema con el “deber ser”. ¿Toda la Argentina? Ok, pero eso no exime de sus responsabilidades (perdón por la palabra) a los habitantes de una ciudad que hace rato dejó de ser un pueblo y muchos ni se enteraron. Alguna cosa tiene que funcionar como debería. Si la aritmética va a seguir siendo: Intendente manejando la CELO a su antojo+viejos consejeros haciendose los nuevos+CELO como bolsa de trabajo para acomodados+Concejo Deliberante haciendo la gran “Felipe Solá”+periodismo haciendo la gran “Felipe Solá”+deseo de suerte para Pereyra Pigerl y Ramón Escobar+¿cómo puedo tranzar yo?+miles de socios siendo la gran “Felipe Solá”=corte de agua cada vez que haga calor.

   El Síndico sabe muy bien lo que tiene que hacer. Pero ocurre que  el primer paso para hacer algo es querer hacerlo. Y hay que apostar a lo naif para creer que  a la familia Monge (después de años de marginarlos a la periferia de la protesta mediática y encajarle un flor de juicio a don Florentín en su momento) les abrieron la puerta de Corrientes 345 para que se pongan a controlarlos. Socios que participaron de la reunión del viernes 26 de abril por la noche sostienen que Guillermito no pudo responder con claridad ninguna de las preguntas más incisivas. Es cierto Entiéndanlo. No puede responder.

    Si se quiere conseguir resultados el puñado de socios preocupados por “su” cooperativa  deberían primero considerar, para después atreverse,  caminar de la calle Corrientes hasta la calle Buenos Aires. Caminar es, además un buen ejercicio.
     Es que la política, que de eso hablamos, es un tablero de ajedrez.
     Y en el ajedrez, como en la política obereña, se puede sacrificar cualquier pieza.
      Menos al Rey…
  



viernes, 26 de abril de 2013

¿JUECES MILITANTES?

             
 
 
     “Todo esto es locura. Pero todo esto es verdad”.
        (León Tolstoi, escritor ruso. 1828-1910)
 
    
     Hay que respirar profundo y soltar lentamente el aire para empezar a escribir sobre la realidad argentina. No sea cosa que uno se vea tentado ya nomás a la segunda o tercera línea a mandar al demonio a casi doce millones de tipos que hace un par de años votaron de vuelta a éstos impresentables que nos gobiernan y nos metieron en un buen brete al resto de los cuarenta millones que queremos seguir llamando “República Argentina” a nuestro hermoso país sin que la primera palabra, “república”, suene ridícula.
 
     Mirá que hay problemas serios, eh! Deberíamos estar debatiendo o reflexionando sobre como garantizar un sistema de Salud Pública gratuito y eficiente para que seguir viviendo no dependa tanto de Cristo, que anda cargado de laburo. O como encarar una política seria de Seguridad que vaya menguando los devastadores efectos que tiene el que no la hubiera hasta ahora. Cómo atraer inversiones para generar puestos de trabajo y que cada uno sea un asalariado digno que haga lo que quiera con su dinero sin sentir que, a la manera de los perros, le debe fidelidad  a los  que le tiraron el hueso. Como ir desterrando la impunidad. Como sacarle jugo a ésta bendita tierra que habitamos y que el jugo se reparta bien entre todos porque hay mucho jugo para sacar y siempre lo hubo. O discutir la aplicación de pedagogías que permitan recuperar el otrora prestigio de nuestra Educación.
    
    Pero no. En vez de eso hay que andar insistiendo, a treinta años de recuperada la Democracia, en lo básico del sistema: División de Poderes para que nadie abuse del Poder que tiene. Alternancia en el Poder para que nadie se lo quede “eternamente”. La importancia de un periodismo libre que pregunte y repregunte en libertad informando en vez de hacer propaganda y si eso al Poder le gusta bien y sino también. El control de los fondos públicos para que la corrupción sea cosa excepcional y no cosa habitual. El respeto a las minorías, que en democracia son tan circunstanciales como las mayorías porque el que gana no tiene necesariamente la razón, aunque gane. Una Justicia que controle a los otros poderes y garantice el Contrato Social. Aristóteles, Hobbes, Montesquieu o Rousseau no escribieron sobre ésto porque en sus días no daban el programa de Tinelli y se embolaban, sino porque así funciona y posibilita mayor calidad de vida un sistema que fue pensado para la libertad y para la igualdad. Y sino no funciona.
 
     Hace años que los Kirchner se vienen dedicando a juntar Poder y más Poder. Les fue muy bien. A ellos. Unica pareja en la historia argentina en ser electos presidentes, ambos, por el voto popular. “El” le puso la banda a “Ella”. Y en 2011-desaparecido “él”- a “Ella” la banda se la puso la “nena”. Con la Circular 1050 de Martínez de Hoz se hicieron prósperos en plena dictadura.  Con el Justicialismo se hicieron más prósperos en plena Democracia. Primero en la Intendencia de Río Gallegos. Después en la gobernación de Santa Cruz, provincia a la que transformaron en su feudo (constitución reformada “a piacere”, obras públicas para los amigos, Justicia adicta, opositores comprados o perseguidos, dádivas y prebendas, pauperización de la educación, propaganda disfrazada de periodismo, etc, etc, etc.) Después en la Nación con varios cuentitos. El de la transversalidad que perforó a los dos partidos populares: el Justicialismo y la Unión Cívica Radical. El de los Derechos Humanos, banalizando el asunto y reduciéndolos al juzgamiento de los crímenes de la última dictadura y la cooptación de los organismos que los venían defendiendo. El de la distribución de la riqueza, implantando patoterilmente un conjunto de mentiras estadísticas e informativas para ocultar que todo es aún más inequitativo que antes. El de la asistencia social dando planes y más planes en vez de trabajo  para que el pobre nunca deje de serlo y, sobre todo, nunca deje de devolverles el “favor” votándolos. El de la reforma educativa que está llevando a que el que sabe aprueba y el que no sabe también de modo tal que haya brutos diplomados.  El de la economía para todos en base a una saga de ficción cuyo plot está en los índices del INDEC. El del “fútbol para todos” que banca el estado (ergo, vos con tu impuestos) haciendo del fútbol una prioridad que está  hasta por encima de acabar con la desnutrición infantil. El de la democratización de la palabra que derivó en una Ley de Medios contra su ex socio “Clarín” y un control de los contenidos , además de poblar los medios de comunicación de “periodistas militantes” (ergo, chupamedias a sueldo del Poder)  e Internet de papafritas que se dedican a denigrar con los argumentos más imbéciles que te puedas imaginar a todo aquél que ose criticarlos y se salga del libreto.
 
     El nuevo cuentito es el de la democratización de la Justicia. Que no es otra cosa que mandar a la República por el inodoro. En vez del “imperio de la ley” (de éso trata una República), pasar al imperio de Cristina Kirchner y que la regla sea no la Constitución Nacional sino su voluntad.
 
      Los Jueces, ahora, serán electos por el pueblo haciendo pelota la concepción republicana de que la Justicia no está para responder a “mayorías” sino para defender a las minorías. Propuestos por los partidos políticos, irán en la boleta electoral y podrán ser destituídos por el “más democrático” Consejo de la Magistratura por mayoría simple . Yo Poder (Cristina) elijo a los jueces, los controlo y si me molestan, los saco.
 
    ¿Te imaginás “jueces militantes”?  Quizás lleven a la “Tv Pública” (ergo, de ellos) un “6,7,8” Judicial en el que cuatro o cinco botarates a sueldo se dediquen a proponer tribunales nacionales y populares, denigrar a los jueces que no son del Partido e incitar a un modrno asalto a la Bastilla (que en principio podría ser el edificio de “Clarín” en la calle Piedras en Buenos Aires y después podrían ser otros).
 
     El suelo que pisamos se llama “República Argentina”.
      Con ésta reforma judicial seguiremos diciendole Argentina.
      Pero va a costar mucho segur diciéndole “República”.
     
 

martes, 23 de abril de 2013

AVENIDA DEL FANATICO, ESQUINA ESTUPIDO

   



     “La verdad, como la virtud, tienen en sí mismas su más incontestable apología; a fuerza de discutirlas y ventilarlas aparecen en todo su esplendor y brillo: si se oponen restricciones al discurso, vegetará el espíritu como la materia; y el error, la mentira, la preocupación, el fanatismo y el embrutecimiento, harán la divisa de los pueblos, y causarán para siempre su abatimiento, su ruina y su miseria. “
                             Mariano Moreno (abogado, periodista y político porteño. 1778-1811)

                     

     La etimología de la palabra “fanático”  procede del francés “fanatique”, usado en esa lengua con un sentido de ‘inspiración divina’. Derivó del latín “fanaticus”, formada a partir de fanum ‘templo’ y que se usó  para designar a las personas que frecuentaban el templo, generalmente los de Belona, Cibeles y Diana.  En nuestro idioma, fanático aparece documentada como palabra usada desde principios del siglo XVII. Hoy por hoy fanático define la irracionalidad y la intolerancia con relación a los miembros de otras religiones o de otros partidos políticos, o a los hinchas de otros clubes.
     ¿Se puede discutir con un fanático?  ¿Vale la pena?
     ¿Cómo gambetear a ésos cerebros de piedra cuándo son estimulados desde el Poder a meter la nariz en cualquier lado?  Porque fanático no se nace. Se hace.
     Basta con recorrer el dial de los programas de radio, hacer zapping en la tele, o leer los cada vez más propiciados comentarios al pie de cada artículo o lo que sea que aparezca publicado en los portales de noticias, blogs o las redes sociales para observar que el proceso de embrutecimiento de la sociedad avanza de un modo muy preocupante.
     No es sencillo separar al fanatismo de la pasión.  La línea que separa una cosa de la otra puede ser difusa pero la separación existe. La pasión es entusiasmo, es poner ganas, es comprometerse en cuerpo y alma, es motivación, es ponerle sal a la vida. Es subjetiva e indomable. Pero si da un paso más allá se huye de la realidad y de las verdades transitorias. Se deja de lado-y se asesina-al juicio crítico y a la posibilidad de que haya realidades múltiples. Ahí estamos en problemas: seremos un fanático cuyo recorrido suele desembocar en un abismo.
     Tené cuidado con los fanáticos que se multiplican en la política, en las religiones, en el fútbol y en dónde sea, cosa que es casi natural que ocurra cuando el éxito de determinados “proyectos” necesita no de inteligentes sino de brutos.
     ¿Cómo reconocerlos? Es fácil encontrarlos porque viven todos en la misma dirección.
     En la esquina del título…
    



    

    

lunes, 22 de abril de 2013

UNA MORAL DE MIERDA...

     En la película argentina  de 1981 "Sentimental (réquiem para un amigo)", Sergio Renán (que además la dirige) encarna a un periodista que investiga el asesinato de un íntimo suyo. Renán actor  tiene un gran duelo actoral con Pepe Soriano, que da vida a un personaje clave en la trama. En una escena José (el periodista que hace Renán) dialoga con el "Tano" (el personaje de Soriano) y le espeta: "Tengo una moral de mierda. No soy ni derecho del todo ni torcido del todo. Es una moral de mierda..."


     Una definición que le cabe fenómena a millones de tipos y tipas en la Argentina de 2013.

     Es cíclico. Mientras haya bonanza económica ( o éso parezca) a la mayoría de los argentinos, a juzgar por lo que votan, no les importa demasiado que fulanos, meganos y sultanos lleguen al Estado para servirse de él. Pareciera entonces que ante los hechos de corrupción, más que indignación, lo que sienten ésos es envidia. Les gustaría estar en el mismo lugar de los funcionarios para, también, "juntarla con pala". Brutos! No saben que el dinero se lo están robando a ellos mismos y que lo que se saca de un lado, después falta en otro. "Otro" puede ser Salud, Educación, Seguridad o  Justicia. Así como a muchos les gustó la sanata de que un peso valía lo mismo que un dólar (propio de un delirium tremens), a muchos ahora les gusta el cuentito de que estamos viviendo una revolución que está transformando las relaciones de Poder.

     Las excusas que esa parte más o menos mayoritaria de la sociedad pone para no ver lo que debería ver son surrealistas. Inquieta ver lo embrutecida que está la clase media argentina. Clase media que prefiere tirarle la responsabilidad a los pobres que reciben planes sociales. No se sacan doce millones de votos en el país ni trescientos mil en Misiones sólo con las dádivas. Se precisa una burguesía cuyos humores sean tan volátiles como el de la nuestra. Y cuya moral sea como la que lamenta tener  "José" en "Sentimental".

     Algunos dicen que en este siglo XXI hay sobreinformación. Falso! Hay falta de información. La información no tiene que ver con el vértigo y la velicidad de consumir muchas de manera superficial. Tiene que ver con estudiar. E-s-t-u-d-i-a-r. Un verbo que está dejando de conjugarse en América Latina, tan enamorada de los caudillos y salvadores de la patria como siempre y también como nunca. Casi nadie se detiene a examinar, a pensar, a reflexionar acerca de los conceptos que circulan con liviandad, de lo que pasa con la cosa pública, a enfocarse en lo trascendente. Twittear o zappear no es informarse. Y hacer puterío por Facebook no tiene nada que ver con irla de ciudadano comprometido.

    Se está bien al tanto de lo que cada quién se lleva de la política. No importa. Se aceptan las miguitas que sobran del gran banquete. Una y otra vez se les da el voto a delincuentes de guante blanco. Y cuando aparece uno decente, lo votan cuatro tipos. Da v-e-r-g-u-e-n-z-a. "Todos roban". "Roban pero hacen". "No hay alternativas". Clichés hijos del discurso antipolítica berreta que salen de la boca de gente que vive en un termo.

     A la basura con la fábula de que somos una pobre sociedad a merced de los señores malos que nos gobiernan.Cuando se denuncia un hecho de corrupción te están diciendo que se roban tú dinero. No es una ficción para entretenerse comiendo papafritas y tomando una cerveza.Las cosas no la pasan a los otros. Te pasan a vos.

     Y sí. En Oberá deben haber unos cuántos que creen que falta agua porque se tira muy seguido la cadena del inodoro.Es más fácil creerse semejante cosa antes que reflexionar acerca de a que clase de persona se legitima en las urnas.
      Claro que hay un problema moral en una sociedad que vota una y otra vez a éstos impresentables que, inédito y para el Guiness, la tienen que pesar porque no dan abasto en contarla. 

     Ni derecho del todo ni torcido del todo.
      Lo que se dice, una moral de mierda...

     

miércoles, 17 de abril de 2013

OBERA: "MARILYN" BARBARO EN EL OLVIDO

                

     En la "Divina Comedia" el Dante cuenta que los indiferentes van a parar al anteinfierno. Son almas que no hicieron ni el bien ni el mal porque eligieron ser cobardes. Pareciera buen destino para muchos habitantes de Oberá que se niegan a ser ciudadanos. No se comprometen a luchar ni por la falta de agua, ni por los reiterados cortes de energía, ni por los aumentos del boleto de transporte urbano, ni por la salud pública, ni por la obscena corruptela estatal, ni por la impunidad que pasea cómoda por toda la ciudad.

    Este miércoles 17 de abril de 2013 se cumplieron nueve años del alevoso asesinato de María Elena "Marylín" Bárbaro. A juzgar por las escasas cuarenta personas que la recordaron en el Centro Cívico mientras caía la noche, es algo que ya no le importa a casi nadie. Ni en la calle, ni en las redes sociales (tan conmocionadas por otros temas), ni en ningún lado. El periodismo habla más de ella que la gente.

    Como en cada concentración y marcha Juana "Ticha" Bárbaro habla del asesinato de su hermana y de todo lo que pasó después con una cordura y una entereza admirable. No le conozco un exabrupto ni en público ni en privado. Por si te olvidaste te recuerdo que los crímenes de Freddy Krueger en la saga de "Pesadilla" parecen dibujitos animados al lado de como mataron a su hermana. Y que en el diccionario, dónde se encuentra el significado de la palabra "encubrimiento" debería decir: "dícese de lo que sufrió la familia Bárbaro en su búsqueda de Justicia". A "Ticha" se la ve demasiado sola frente a un Poder omnímodo como el de los que gobiernan estas latitudes.

      Loable lo del doctor José Fabio. Tomó el micrófono y habló de "Marilyn"-que fue compañera de estudios-y le creí todo. La extraña en serio.

     Debería haber tomado  los nombres de esas cuarenta personas para felicitarlas por su coraje cívico en una ciudad en la que el coraje cívico adquirió las formas de un dedito que indica "me gusta" en Facebook y de ahí no pasa.

     Que corto es el olvido! Si, entiendo. A esa hora jugaba Boca por la Copa y los del otro lado son pesados. Pero, ¿y las otras luchas?

     Saqué un par de fotos, saludé a "Ticha" e intercambié unas palabras con algunos. Salí del Centro Cívico y me detuve. O me pareció que me detuve.
      A mi lado Oberá seguía andando...
   

viernes, 12 de abril de 2013

COMERSE AL ANTROPOFAGO

    


¿Cómo razonar con un fanático?  Parece imposible. Es más. Es imposible. De dónde venga que venga su fanatismo, el fanático no admite la posibilidad de que las cosas no sean ciento por ciento como él las ve. Para el fanático el otro, su opuesto según él, es el complemento miserable del mundo maniqueo en el que vive.
     Las religiones, que suelen tener poco que ver con la fe, estimulan como pocas otras cosas esos fanatismos. Y cuándo de sexo se trata, mamma mía!  El cristianismo de los hombres, porque el de Cristo es otra cosa, suele poner la tilde en el sexo. Desde hace siglos para los hombres de la Iglesia, coger es peor que matar. Pero, ¿qué pasa con el fanatismo opuesto al religioso?  Suele tener mejor prensa que su archienemigo pero quién lo padece es igual de obtuso.
     En éstas horas se va a llevar a cabo en Oberá-si los dejan-un evento denominado “Taller de restauración sexual”. La palabra “restauración”, de por sí, inquieta, claro. Del latín “restauratio”  el término tiene usos diferentes según el contexto. Pero podemos remitirnos al más frecuente: volver a poner algo en el estado que antes tenía.  Organizado por el estado obereño (núcleo del asunto), será dictado por un matrimonio de pastores evangélicos chaqueños que además dicen ser él abogado y ella médica ginecóloga y sexóloga, ambos recibidos hace un par de décadas en la Universidad Nacional de Rosario.
     Ya hemos dicho mucho desde hace rato-como con casi todo-y apelando a quién sabe de lo que habla-como casi siempre- sobre un tema que no tocamos en la comodidad de Facebook, sino en radio, televisión y en gráfica , de modo tal que no vamos a ponernos el traje de loro para dejar clara una postura que solo no lo está para los “aventureros del dial y de las web” que suelen pretender que uno muestre sus credenciales y diga en quince minutos lo que sostiene hace años.
     Si nos llama la atención, porque gracias a Dios la capacidad de asombro no la perdimos y eso suele ser un síntoma de salud, tres cositas:
1-La pastora Silvia Cinalli, ya que nos dicen que es doctora especializada en Ginecología debe tener su correspondiente número de matrícula profesional. Se lo hemos solicitado-hablando con la propia funcionaria- a la Directora de Culto del municipio local (insistimos, el que organiza el seminario), una amable señora y odontóloga llamada Mirta Hartfield.  Escritas éstas líneas aún no hemos recibido el dato que, suponemos, debe haber sido chequeado de antemano. No hace falta aclarar que el hecho de que Silvia Cinalli  sea o no lo que dice ser cambia radicalmente nuestra postura ante el evento. El evento, ¿es científico o es religioso? Si es científico en el llamado “equipo de capacitación” debe haber por lo menos una científica. Sería solamente la propia Cinalli porque el resto son abogados, pastores, teólogos y hasta una kinesióloga, tal cual puede ver cualquiera que acceda a la data del Ministerio (llamado “De Restauración Sexual) que comanda el matrimonio en el Chaco. Para tratar patologías que tienen mucho de psicológico o psiquiátrico, sorprende que no haya ningún psicólogo y ningún psiquiatra. Esperamos el relevante dato.
2-De lo dicho se desprende que si el enfoque es científico hace muy bien el estado obereño en auspiciarlo. Si es exclusivamente religioso mete la pata porque el estado (obereño, misionero, porteño, cordobés o nacional) es por definición laico. Pero nadie que sea obereño y no viva en un termo puede pretender descpnpcer la relación relifiosa.política-electoral-económica que existe hace años entre el intendente Rindfleisch y muchos “Pastores”. Ah, ¿no lo sabías? Bienvenido a la realidad, entonces.

3-Por las redes sociales la noticia produjo “movilización”. Se juntaron casi cuatro mil firmas-y tal vez más- repudiando el seminario y pidiendo que no se lleve a cabo.
El INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) debería mutar su sigla-al menos en Misiones-a INADIS (Instituto Nacional contra la Discriminación, la xenofobia y el racismo y por sobre todo lo Sexual), ya que acá por Oberá y Misiones para lo sexual gritan y para casi todo lo otro susurran. El caso María Ovando-denunciado por el periodismo, no por ellos-es un ejemplo contundente de que susurrando en algunos casos,  corren menos riesgo de que se enoje Rindfleisch, Closs, o peor para ellos, Cristina.
     En horas se juntaron ràpidamente cuatro mil firmas contra el evento. El quíntuple de lo juntado con máximo esfuerzo durante semanas y muchas sacadas con fórceps -como nos confesó el abogado Pereyra Pigerl al aire en FM Oxígeno-para que en Oberá haya agua potable en la red para todos. El agua que no hay porque hace tres lustros que los que todo el mundo sabe que se la “vienen llevando”,  no invierten en lo que deberían con los dineros públicos y el de los socios de la cooperativa que da (es un decir) el servicio. Parafraseando con lo dicho de la historia de la iglesia de los hombres, está visto que a ésta gente también le importa más con quién se coge que el tener los servicios básicos para vivir.
     Algunos piden que el Seminario no se lleve a cabo porque han visto y oído por Youtube que éstos pastores evangélicos no soportan a los homosexuales por más que en estas jornadas se cuiden de lo que digan. Aleluya! Ultimo momento!!!!! Cuatro mil tipos descubrieron que muchos líderes de las iglesias cristianas tienen un rollo con lo sexual. Bueno, algunos hace poco descubrieron lo que ocurre en la CELO. Dales tiempo. Ya van a “descubrir”  también que los tipos que ellos votan desde hace una década…son inútiles y chorros.
     No se puede prohibir algo porque “creo” que van a decir tal cosa… Se llama censura previa. Muy discriminatoria, por cierto.
    Déjenlos que hablen. Después, tendrán los canales correspondientes para actuar si lo expresado en el seminario lo amerita. Al tiempo, se me hace que algunos autotitulados defensores de los derechos humanos deberían revisar que cosa son los derechos humanos.
    Dicen que cuándo se está frente a un antropófago se pueden hacer muchas cosas.
    Lo que no se puede hacer, para no ser como él, es comérselo.

martes, 9 de abril de 2013

LA ARGENTINA DEL “DESPUES…”

   

    




     Recuerdo que agonizaba la década del setenta y mi viejo me contaba que el colectivo 152 en el que viajábamos doblaba por alguna cuadra lateral,  en vez de seguir derecho como siempre por la avenida Santa Fe, porque había llovido y el arroyo Maldonado se había desbordado. Pasaron más de treinta años. Crecí, estudié, viajé, viví de todo,  se fue la dictadura, vino la democracia, mi viejo ya no está, el intendente de Buenos Aires empezó a ser elegido por el pueblo en vez de ser puesto a dedo por el Presidente, pasaron unos cuántos, me fui de allá y me vine para acá, y ahora por la televisión repiten a cada rato: “se desbordó el arroyo Maldonado”. La gran inundación de hace días reconoce motivos que  nunca se fueron y permanecieron latentes. A la manera de Nietzche, un eterno retorno en el que lo sucedido vuelve para suceder de nuevo . La Argentina es ése país en el que los gobiernos pasan y los problemas quedan.

     No sólo la sociedad se la pasa votando a tipos que no resuelven ni uno sólo de los grandes problemas colectivos (ni grandes, ni medianos ni chicos). Además hay que blindarse espìritualmente  para soportar a la caterva de indiferentes que se quejan de lo que  “les sucedió” cuándo no les “sucedió” nada sino que ocurrió algo que ellos mismos produjeron. No le dan bola a nada antes de que pase. Todo importa en el después. En la Argentina la prevención es algo que sólo puede encontrarse como palabra en los diccionarios. De ninguna otra manera.

     -Antes debe haber una planificación urbana (no “negociados urbanos”) que organice los espacios y reduzca los riesgos ambientales. Después una lluvia más o menos intensa basta para barrer con vidas, casas y lo que haya por el camino.
     -Antes hay que evitar caer en la perversa trampa ideológica  de que la preocupación por la seguridad  es cosa de “la derecha” y exigirla como lo que es-un derecho humano fundamental-al único que debe brindarla-el Estado-. Después del asesinato de un ser querido, las marchas pidiendo Justicia no rinden frutos y no se sostienen por demasiado tiempo.
     -Antes hay que controlar a los gobiernos porque desde que el mundo es mundo quién tiene Poder tiende a abusar de ese Poder. Después la debilidad de cualquier hijo de vecino frente a un Poder omnímodo es algo que todo gobierno aprovecha.
     -Antes hay que asumir que el dinero del Estado sale de los bolsillos de los que, como vos,  pagan impuestos . Ergo, cuándo tolerás que la roben, te están robando a vos. Después la plata no alcanza más. Ya no hay. Pero no hay sólo para vos.
     -Antes hay que exigir un sistema de Salud Pública que sea eso, un sistema. Con profesionales médicos y enfermeros bien preparados y bien pagos, que tengan los insumos, la infraestructura  y la aparatología necesaria para trabajar y hacer ciencia del siglo XXI. Después
 queda rezar buscando un milagro.
     -Antes hay que educar a los chicos con adecuados niveles de exigencia para que desarrollen la capacidad de razonar y el pensamiento crítico. Después no hay nada más fácil de dominar que un bruto.
     -Antes hay que exigir que cosas básicas como la vivienda, un trabajo bien remunerado, la luz, el agua potable, el gas o un teléfono nos lleguen como derechos adquiridos y cuya falta no pueda admitirse bajo ningún concepto. Después hay que acostumbrarse a vivir en el siglo XXI como en el siglo XIX.
     -Antes hay que ser ciudadano de una república. Después se es vasallo de un feudo.
     -Antes hay que ser muy celoso de la libertad de expresión. Después hay que bancarse la mordaza.
     -Antes hay que tener un proyecto de vida, de país, de provincia, de ciudad. Después se tiene el destino de la pluma: ir adónde te lleve el viento.


     “No existe en el mundo nada más poderoso que una idea a la que le llegó su tiempo”, escribió ese francés genial de Víctor Hugo.
      En Oberá, en Misiones y en cualquier parte de la Argentina las ideas nunca llegan antes.
       Siempre vienen después…

    

lunes, 8 de abril de 2013

LA INFLACION ES "GORILA"





   “Gorila” es un epíteto que ahora está en boca de los giles. De ésos que cobran sus dinerillos para engrupirte con el cuentito de que el peronismo-que basaba su existencia en sacar a los pobres de su miseria-es lo mismo que el kirchnerismo-que la basa en que los pobres nunca dejen de serlo-.
     La expresión tiene su génesis, claro. La tiene en el país nuestro de los años cincuenta, cuando corrían los días de radio (como diría Woody Allen) y radio Argentina de Buenos Aires transmitía “La revista dislocada” , un programa humorístico creado por el actor, guionista y dibujante “Délfor”. “La revista dislocada” fue la génesis de la carrera actoral de tipos como Carlos Balá, Jorge Porcel, Mario Sapag, Mario Sánchez, Raúl Rossi, Calígula y Alberto Locati entre tantos. Pasó a radio Splendid y de ahí a la televisión en Canal 7, éso mismo que ahora llaman “televisión pública”  y en dónde si sos opositor al gobierno nacional no salís ni haciendo un trabajo de “vudú”. Vudú escribí, no Boudou.  En los setenta la dictadura de Lanusse acabó con el programa. Mucho peronista adentro para el sensible estómago de Lanusse (ése sí era un “gorila”  en serio). En una parodia radial de la exitosísima película hollywoodense “Mogambo” (con un terceto estelar integrado por Clark Gable, Ava Gardner y la futura princesa de Mónaco, Grace Kelly en un  film ambientado en la selva africana) un científico alcoholizado lideraba una expedición en busca de un cementerio de gorilas. En el camino, cada vez que escuchaba un ruido, el tipo (re-bebido) repetía “deben ser los gorilas, deben ser“. La frase se hizo absolutamente popular, de modo tal que empezó a formar parte del lenguaje de la población y hasta se grabó un disco con la canción “Deben ser los gorilas”. Antes del golpe de estado que derrocó al gobierno de Perón en 1955 hubo otros intentos fallidos y muchos rumores muchos. Entre los rumores, expresar que se venía el golpe contra Perón usando la expresión “deben ser los gorilas” se hizo corriente y terminó pariendo una de las palabras con mayor peso simbólico de la historia política nacional. Los golpistas se hicieron cargo gustosamente del término. Tipos como el almirante Rojas, Sánchez Sañudo, el nombrado Lanusse, Alvaro Alsogaray, Francisco Manrique, Mariano Grondona, son representativos de un término que designa a sujetos que han odiado al peronismo. Y escribir “odiado” no es ni por asomo algo exagerado. “Gorila” es el antiperonista declarado. Vale aclararle a la gilada siglo veintiuno-de la que hay mucho con nombre propio o con pasamontañas en Internet y en las redes sociales- que ser antiperonista no es lo mismo que no ser peronista.
     Pero no sólo una persona puede ser “gorila”. Hay políticas “gorilas”. La inflación es “gorila”. Sí. La inflación es netamente “gorila”.
     Perón definió magistralmente que en épocas de inflación “los precios suben por el ascensor y los salarios por la escalera”.  ¿Qué cosa es la inflación?
Es el crecimiento continuo y generalizado de los precios de los bienes y servicios existentes en una economía. La forma de medir la inflación es a través de la evolución de índices de precios.  Cuando los precios suben, la cantidad de cosas que se puede comprar con los pesos-en el caso argentino- es menor. Es lo que se conoce como pérdida del poder adquisitivo. ¿Quién la sufre más? El asalariado. El trabajador. El humilde. No hay cosa que fabrique más pobres en una sociedad que la alta inflación. Como se podrá deducir fácilmente hacerle la vida más cara a un señor que se la gana honestamente con su trabajo no tiene mucho de cristiano. Tampoco de justo. Y de peronista, menos.
     Nadie llevó tan lejos como el matrimonio K la manipulación de las estadísticas públicas. A lo patotero coparon e intervinieron el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) en 2006 para destruir cualquier persona, cosa o numerito con pretensión científica de verosimilitud para reemplazarlo por un sistema combinado de sanatas, disparates y mentiras. Mentir con el índice de inflación no es sólo mentir con el índice de inflación. Es mentir con el número de excluídos, con los costos de la canasta básica alimentaria, con los indicadores de crecimiento económico y con los intereses de los bonos de deuda pública contraídos desde hace una década.
     Para el gobierno “nacional y popular” la forma de “incluir” a los más humildes ha sido virtual. Planes y subsidios que jamás dejarán de darse. ¿A cuántas personas conocés  que cobraban un plan social y en el último lustro dejó de percibirlo porque obtuvo un trabajo bien remunerado?  Es clara la diferencia entre peronismo y kirchnerismo. Uno le mejoraba la calidad de vida al pobre. El otro dice que se la mejora. Así las cosas, la gran mayoría de pobres e indigentes se convierten en una entelequia. Por supuesto, las ganancias de Cristina, Boudou y el elenco estable del régimen son un poco más gorditas que las tuyas. Tan gorditas que tienen que subir por el ascensor, porque por escalera se fatigan, ¿viste? El resto se completa y complementa con el aparato de propaganda. “La revolución del bla, bla, bla”.
     Les guste o no.
     El kirchnerismo, es “gorila”.