¿QUÉ? ¿QUIÉN? ¿CUÁNDO?¿DÓNDE? ¿PARA QUÉ?
La llamada
técnica de las 5 W (en inglés: what, who, where, when and why), tiene su
génesis en el griego Hermágoras de Temno, el retórico más importante del
período helenístico. El método se convirtió en el ABC del periodismo para
presentar una información del modo más completo. ¿Lo usamos para repasar por
qué Cristina Kirchner hace lo que hace y el país sufre lo que sufre? Dale…
-¿Qué?
La vicepresidente de la nación vacía de poder
político al presidente afectando gravemente la institucionalidad y la economía
de un país en el que la calidad de vida desmejora de un modo imparable.
-¿Quién?
Cristina Kirchner, dos veces presidente entre
2007 y 2015, ataca directamente o a través de sus lacayos y con una intensidad
cada vez mayor al hoy jefe de estado, Alberto Fernández quién integró la fórmula
presidencial porque ella lo ungió.
-¿Cuándo?
Tras una aplastante derrota en las
elecciones legislativas de septiembre y noviembre de 2021, el oficialismo
perdió poder en el Congreso y las votaciones allí se desarrollan con paridad y
final abierto. Esto disparó la interna latente entre los kirchneristas y sus
aliados del Frente de Todos.
-¿Dónde?
La interna gubernamental se disputa en
público y en las instituciones republicanas. Máximo Kirchner renunció a su
cargo de jefe del bloque oficialista en Diputados y los legisladores
kirchneristas han votado en contra o se abstuvieron ante proyectos enviados por
el Poder Ejecutivo. La vice Cristina Kirchner ha presionado políticamente al
punto de lograr eyectar de sus cargos a dos ministros del riñón político del
presidente (lo que ella llamó “funcionarios que no funcionan”): Matías Kulfas
fue echado del Ministerio de Desarrollo Productivo, y Martín Guzmán renunció al
Ministerio de Economía.
-¿Por qué o
Para qué?
Cristina Kirchner acumula varias denuncias
judiciales en su contra. En 2019, ante la imposibilidad de conseguir un triunfo
electoral en soledad, y al tanto de la necesidad de recuperar el poder para
trabajar en su impunidad, eligió a su exjefe de gabinete Alberto Fernández, con
el que estaba peleada, y anunció por Twitter que él sería candidato a
presidente y ella a vice. Además se unió con otro exfuncionario suyo y con el
que también estaba peleada, Sergio Massa, quién fue fundamental en el triunfo en
la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país. La sociedad
argentina apoyó esta movida: Alberto y Cristina fueron electos por 12.670.378
argentinos, incluyendo 417.752 misioneros y 20.113 obereños.
Dos años y medio después la gestión del gobierno es una calamidad pública que le sumó veinte puntos a la inflación heredada, la cotización del dólar bate récords, gestionó la pandemia de un modo catastrófico, acentuó el deterioro educativo y resuenan las quejas de trabajadores que no tienen combustible para ganarse el mango. Esto, y muchas otras cosas, provocaron un rechazo social que va in crescendo.
Consciente de que en los comicios del año
que viene la chance de perder es muy alta, y que sin poder no hay impunidad, Cristina
Kirchner se hartó de Alberto Fernández. Como él no la ayudó a solucionar sus
entuertos judiciales, que para eso lo nominó al cargo, ahora pretende
despegarse del pésimo gobierno que ella misma formó. Desesperada porque los
expedientes siguen su curso, pretende, como diría Amado Nervo, ser arquitecta
de su propio destino. De modo tal que reprogramó su estrategia para lograr la
impunidad tan deseada. ¿Hasta dónde llegará en esa búsqueda? Solo su mente lo
sabe.
La fórmula periodística sirvió para el
repaso.
Cuándo Pilatos le recordó que tenía el
poder de liberarlo o de condenarlo a muerte, Cristo le respondió: “No tendrías
poder sobre mí sino te lo hubieran dado de arriba”.
Cristina Kirchner nunca podría haber hecho
nada de lo que hizo, hace y hará si no tuviera
poder.
El poder que le dieron desde abajo…
Walter
Anestiades
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