¿Viste que
ahora habla cualquier gil? Tenía razón Víctor Hugo (el célebre autor de “Los miserables”, no el ahora relator
miserable) cuando dijo que “No existe en
el mundo nada más poderoso que una idea a la que le llegó su tiempo”.
Ahora son unos cuántos los que dicen o que
saben o que dicen que saben que, por ejemplo, los
Kirchner se enriquecieron con la dictadura militar. Que hasta se acuerdan del
numerito de cuatro cifras de la Circular de Martínez de Hoz (“la 1050”) que tanto le sirvió al matrimonio para
aumentar su patrimonio. Saben que Rovira es un déspota y que Closs llegó al Estado para servirse.
Saben que la “Renovación” se formó
para hacer negocios. Saben que Rindfleisch
pasó de tener una mueblería, al tiempo que el papá vendía chorizos, a hacerse
(mega) millonario. Saben que la CELO es
una suerte de “Caja de Pandora” que, al abrirla…Saben que la Ley de Medios la pergeñaron para
armarse éste fenomenal aparato de propaganda que tienen. Saben que la Educación, con ese absurdo de ir quitándole
exigencia, está en el suelo y que con netbooks no la mejorás. Saben que sin Justicia no hay Democracia. Saben que no te podés quedar en el Poder mucho tiempo porque sino abusás del Poder. Ahora
se indignan porque cómo vas a tener Termas
sino tenés agua potable. Cayeron en
la cuenta de que la inseguridad no
era “una sensación” ni siquiera en Oberá. Que en una República los controles son fundamentales. Que el
Periodismo es crítico y sino es
Propaganda. Que con éstos tipos la corrupción
y el autoritarismo no son la
excepción sino la regla. Que…Que ahora son unos cuántos los que saben.
Mirá
si el despertar general hubiera llegado antes. Antes de votar a Cristina dos veces.
Antes de votar a Closs, también dos
veces. Antes de votar a don “Tito” tres! veces. Antes de no ir a votar a la CELO ni una sola vez.
Es como decía
el personaje de la película de Sergio
Renán (“Sentimental”, 1981): “Tengo
una moral de mierda. No soy ni derecho del todo ni torcido del todo. Es una
moral de mierda”. Como con Menem
en los noventa, mientras había guita (o eso parecía teniendo en cuenta que cuesta
defender la certeza de que alguna vez un peso haya valido, en serio, igual que un dólar), eso de la corrupción no
importaba mucho para la mayoría de la burguesía
nacional. Que anduviera en la Ferrari, que bailara con “Yuyito”, que jugara
con Maradona y hasta que se animara al básquet, que total “Carlitos” era alto
(y de ojos azules). Después del
“tequilazo” de 1997, sí. Ataque de
dignidad general.
“Se gual”, decía “Minguito”. Al matrimonio se le dejó hacer y deshacer a su gusto.
Empezando por “Clarín” allá por 2003 y hasta el 2008, cuándo eran socios y la
“corpo” logró que Néstor (Kirchner)
y Guillermo (Moreno) le dieran el
monopolio del cable y le ampliaran las licencias de radio y televisión por una
década más (ah!, ¿no sabías? Sí, ahora sabés). A cambio los periodistas del medio mucho la
nariz en Santa Cruz no la metían (quizás porque allá hace muuuucho frío). FOPEA (el Foro de Periodismo Argentino)
jugaba como la “Vieja” Reinoso en el Independiente de los años ochenta: en el
medio sin complicar atrás y sin crear peligro adelante. Dejaron crecer a “Frankenstein”, que ya sabés a quién se le
puso en contra en la novela de Mary Shelley. Ahora ya sabés.
En Misiones estaba de moda la fábula de “la nueva política”. Que venía a acabar con
los vicios de la “vieja política”. Sería
un cuentito pero se lo tragaron desde Apóstoles hasta Iguazú. Sacaron al fiscal
Wickstrom, a la Jueza Catella , compraron intendentes y opositores, se quedaron
con una Cámara de Representantes monocolor, hicieron de Canal 12 un eco de su
propia voz, la Obra Pública se hizo la gran “caja” y a
casi nadie le molestaba mucho todo eso. ¡Deben ser asuntos de la “nueva” política! , pensé.
En Oberá, de don Tito no hablaba nadie-. Para
criticarlo, digo. Y pobre del que quisiera hacerlo, no le daban ni cinco de
micrófono. No lo criticaba “El
Territorio” (bueno, no había Facebook), ni “La Radio Indispensable”. Es que el
hombre había venido a salvar a la ciudad del Demonio “Rolo” (imagínate:
peronista y de Campo Ramón. Que postrante!). No se hablaba de la “Masacre de
1936”. Fijate lo tabú que sería ese tema que hasta don Tito mandó a tapar el
mural de la ex terminal. Después sí. Los
muchachos de la comunicación alternativa hicieron un documental y el invitado
de honor fue ¡Don Tito!. Sobre la CELO
el discurso crítico era bien marginal. Hablaban diez tipos de los cuáles cinco,
después, se pasaron de bando, ja ja ja ja ja . Y las Termas, orgullo obereño
decía Don Tony (el que ahora escucha a todos).
Debe
ser hermoso gozar de una libertad de expresión por la que pelearon otros!
Si la corrupción y el atropello hubieran
molestado igual aunque el bolsillo estuviera lleno. Si se
hubiera empezado a hacer Periodismo mucho
antes. Si los dinerales del superávit fiscal hubieran ido, por exigencia nuestra, a Salud, Educación, Seguridad, Justicia y a
crear pleno empleo en vez de ir a parar a unas bóvedas. ¿Podés imaginarte la
Argentina, la Misiones, la Oberá que serían hoy?
Qué solitos estábamos los que hacíamos Periodismo . Aunque ahora me quieren contar que
éramos más. Discúlpenme, tal vez sea cierto, pero yo no los recuerdo.
“Siempre hay que decir la verdad. Y especialmente cuando no conviene”, señalaba Don Miguel de Unamuno.
Ahora, cuando para algunas cosas
ya es tarde.
Ahora , habla cualquier gil…
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