Un intendente, por dar un ejemplo, puede haber hecho una buena, regular o mala
gestión. Será el ciudadano quién decida en cuál de ésas tres definiciones mete
la ficha o el voto a favor de que todo hombre público se expone a comicio. Pero
para ser considerado un “demonio” por buena parte de la sociedad se precisan
otras cosas. Debe haber un aparato de propaganda cuyo mecanismo de acción
funcione como un relojito para que el fulano en cuestión sea revestido de una
apariencia execrable y en su figura hagan catarsis todas las clases sociales.
En Oberá conocen de esto. Hace diez años el aparato de propaganda de
Rindfleisch lo hizo con “Rolo” Dalmau.
Una década después con emergencia hídrica,
un Centro Cívico demolido y una corruptela que hace quedar a sus antecesores
como monaguillos, está clarísimo para todos que Dalmau fue buen, regular o
pésimo alcalde pero no un “demonio”. Y don Ewaldo Rindfleisch ningún exorcista.
Pero el aparato es poderoso, está
correctamente lubricado y listo para funcionar cuándo el patrón lo precise.
Mañana se vota en la CELO (Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá) y el patrón
lo precisa. Así las cosas miércoles y jueves Rafael Pereyra Pigerl, la cara más
visible de la heterogénea “Lista Blanca”,
será un Dalmau 2003.
Las
radios se inundarán de mensajes de texto mandados por y desde ámbitos estatales
y desde la propia cooperativa. Mejor que Pereyra Pigerl no le haya robado una
manzana a su abuela cuando era chico porque lo van a contar al aire. Los
portales de noticias se verán alimentados por comentarios que harán blanco en
el abogado en primer lugar y en toda la lista opositora en segundo lugar. “Qué
hacen política”, “sólo denuncian”, “no tienen propuestas” y otras estupideces
por el estilo serán el común denominador de los dardos envenenados. El negocio
a preservar es muy grande como para permitir que otros metan la nariz así que
Pereyra Pigerl estará cuarenta y ocho horas en boca de los giles.
De hecho ya han metido la cuña en la “Lista
Blanca”. Radicales vs Peronistas. En voz baja. Dependerá de ellos, radicales y
peronistas, que no pase a la voz alta.
El aparato de propaganda más importante de
la política provincial encendió motores. Punteros, empleados públicos,
periodistas, contratistas y esos vecinos que están en estado de venta, alquiler
o permuta ya están trabajando para la corona. Corona que no va a resignar un
centímetro del negocio que significa atracar al Estado y a la cooperativa.
Los integrantes de la “Lista Blanca”
deberán manejarse con cintura y ser perfectos en la táctica. Aprender a refutar
dardo por dardo, con altura y contundencia. Tener una estrategia comunicacional
porque los catequizados son bien pocos y los ateos muchos. Poner guita.
Capacidad de movilización. Campaña puerta a puerta. Trabajar cada distrito,
cada territorio, como hace años me explicó un tal Carlos Míguez.
A diferencia de otrora el mal humor social
se percibe fácilmente. Es una gran ventaja. Pero hay que transformarlo en
boleta color blanco.
Pequeñas sugerencias de alguien que llegó
hace años como periodista, se tuteó de un modo sui generis con el Poder, cobró las formas de un grano y
se les alojó en el medio del culo.
“El problema de la vida es que el ensayo
es el estreno” escribió el cineasta checo Milan Kundera.
No hay tiempo de ensayar. Deben salir a
escena y ante el público que haya.
Dar lo mejor de ustedes.
Y lo que haga el público…ya es cosa del
público.
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