Lunes 28 de octubre de 2013. Faltan 774
días para que Cristina Kirchner deje la presidencia del país. Continuar es algo
que no se lo permite su salud física. Mucho menos la salud de la República.
Cuidado con entusiasmarse rápido. Se acabó
éste mentira que lleva una década entronizada. Siendo el pueblo argentino tan
proclive a comerse todos los amagues ahora podrían venir otras. Pero ésta se
acabó.
En la provincia de Buenos Aires, dónde
votan 4 de cada diez argentinos que sufragan, Sergio Massa barrió con un
Insaurralde al que habrá que ver si hoy
Jessica Cirio le sigue dando bola.
Incluso el impresentable titular del AFSCA Martín Sabbatella perdió en
su feudo de Morón con las huestes massistas por un 43 a un 26%.
En la Capital Federal el PRO sigue gozando
de ser el elegido por los porteños para oponerse al kirchnerismo. Macri logró
su décimo éxito electoral consecutivo en una década.Daniel Filmus ya es un
masoquismo militante. Es la sexta vez en
seis años que los porteños lo rechazan. Elisa Carrió, ahora que a la gente le
falta plata, dejó de ser una loca denunciante y volvió a la “cordura”.
En Córdoba (con De la Sota), Mendoza (con
Cobos) y Santa Fe (con Binner), el kirchnerismo volvió a ser derrotado y peor.
En Santa Cruz, su feudo, el kirchnerismo perdió por paliza en el día del tercer
aniversario de la muerte de “él”.
En las provincias feudales ya es de
manual: a peor calidad de vida más votos para los que gobiernan. ¿No me creés?
¿Conocés y sabés cómo se vive en Tucumán, Formosa, Jujuy, Chaco, La Rioja, Salta, Catamarca o Santiago del
Estero?
En Misiones la Renovación mejoró la
oferta y se recuperó. ¿La oferta electoral? No te hagás el gil que me entendés.
En la conferencia de prensa dada anoche tras el importante triunfo electoral
fue demasiado evidente que Carlos Rovira y Maurice Closs son ahora como esas
parejas que conviven bajo el mismo techo pero ya sin “amor”. Cada uno tiene sus
propios y diferentes planes para el 2015. Hugo Passalacqua y Alex Ziegler son
las máscaras que usarán en los próximos dos años. Los radicales fueron
declarados “muertos” equivocadamente tantas veces en sus más de cien años de
existencia que no asombra otra “resurrección” más. Ramón Puerta hizo un gran
esfuerzo pero ya hemos escrito que los Kirchner sacaron al peronismo misionero
de la cancha y lo pusieron en la tribuna. Desde entonces el peronismo local
tiene demasiados caciques para tan pocos y dispersos indios. De hecho ningún
Renovador habrá festejado más la derrota de Puerta que algunos “compañeros”.
“La organización vence al tiempo” escribió un tal Juan Domingo Perón. Deberían
leerlo además de nombrarlo.
Ahora el peronismo nacional jugará una
nueva interna desde los poderes del estado. Como siempre, desde hace cuarenta
años. Perón vivo vs Perón muerto. La derecha vs la izquierda. Herminio
Iglesias, el “Beto” Imbelloni y Lorenzo Miguel vs la Renovación de Cafiero,
Menem y Grosso. Menem vs el Frepaso. Menem vs Duhalde. Duhalde vs Néstor. Kirchnerismo
vs Disidentes. Massa vs Scioli.
Los radicales tienen otra oportunidad más.
Caerse y levantarse, ya dijimos, es el resúmen de su historia. Los socialistas
atraviesan su mejor momento político en la Argentina. Hay una izquierda
radicalizada además que ha tenido muchísimos votos en todo el país. El partido
Obrero, con su trotskismo a cuestas, hizo en Salta la mejor elección de todos
los tiempos metiendo por primera vez un diputado (Pablo López) en el Congreso
Nacional.
Un par de medias verdades que andan
sueltas por ahí: “El Frente para la Victoria sigue siendo la primera fuerza
nacional”. Obvio. Mientras el oficialismo se pasó diez años creando una
estructura, el resto de los partidos políticos fueron llevados a una crisis tal
que hoy son armados territoriales, muchos de ellos sin presencia o forzados a
alianzas en el total del país. “El
kirchnerismo mantendrá la hegemonía en el Congreso Nacional”. Otra obviedad que
saca partido del masivo desconocimiento cívico. El oficialismo arriesgaba en
éstos comicios lo que obtuvo en 2009, cuando cayó derrotado en aquellas
legislativas. El que arriesga poco pierde poco.
Quedan dos años de gobierno para los
oficialismos. Un kirchnerismo en
retirada es algo en lo que habría que detenerse un rato cosa de estar atentos.
Como en la “aletheia” de la antigua Grecia, el velo se correrá y la Argentina
real y ya no la del relato aparecerá de un modo brutal en una sociedad calesita
que se cree que avanza. Y cada vez su calidad de vida es peor.
A barajar y a dar de nuevo y a esperar
que la demanda social de gestión y de verdad sea un escudo ante posibles nuevas
mentiras.
Pero ésta, la de los últimos diez años,
se acabó.
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