jueves, 31 de octubre de 2013

SE ACABO LA MENTIRA

       



     Lunes 28 de octubre de 2013. Faltan 774 días para que Cristina Kirchner deje la presidencia del país. Continuar es algo que no se lo permite su salud física. Mucho menos la salud de la República.
     Cuidado con entusiasmarse rápido. Se acabó éste mentira que lleva una década entronizada. Siendo el pueblo argentino tan proclive a comerse todos los amagues ahora podrían venir otras. Pero ésta se acabó.
     En la provincia de Buenos Aires, dónde votan 4 de cada diez argentinos que sufragan, Sergio Massa barrió con un Insaurralde  al que habrá que ver si hoy Jessica Cirio le sigue dando bola.  Incluso el impresentable titular del AFSCA Martín Sabbatella perdió en su feudo de Morón con las huestes massistas por un 43 a un 26%.
     En la Capital Federal el PRO sigue gozando de ser el elegido por los porteños para oponerse al kirchnerismo. Macri logró su décimo éxito electoral consecutivo en una década.Daniel Filmus ya es un masoquismo militante. Es la sexta vez  en seis años que los porteños lo rechazan. Elisa Carrió, ahora que a la gente le falta plata, dejó de ser una loca denunciante y volvió  a la “cordura”.
     En Córdoba (con De la Sota), Mendoza (con Cobos) y Santa Fe (con Binner), el kirchnerismo volvió a ser derrotado y peor. En Santa Cruz, su feudo, el kirchnerismo perdió por paliza en el día del tercer aniversario de la muerte de “él”.
       En las provincias feudales ya es de manual: a peor calidad de vida más votos para los que gobiernan. ¿No me creés? ¿Conocés y sabés cómo se vive en Tucumán, Formosa, Jujuy, Chaco,  La Rioja, Salta, Catamarca o Santiago del Estero?
      En Misiones la Renovación mejoró la oferta y se recuperó. ¿La oferta electoral? No te hagás el gil que me entendés. En la conferencia de prensa dada anoche tras el importante triunfo electoral fue demasiado evidente que Carlos Rovira y Maurice Closs son ahora como esas parejas que conviven bajo el mismo techo pero ya sin “amor”. Cada uno tiene sus propios y diferentes planes para el 2015. Hugo Passalacqua y Alex Ziegler son las máscaras que usarán en los próximos dos años. Los radicales fueron declarados “muertos” equivocadamente tantas veces en sus más de cien años de existencia que no asombra otra “resurrección” más. Ramón Puerta hizo un gran esfuerzo pero ya hemos escrito que los Kirchner sacaron al peronismo misionero de la cancha y lo pusieron en la tribuna. Desde entonces el peronismo local tiene demasiados caciques para tan pocos y dispersos indios. De hecho ningún Renovador habrá festejado más la derrota de Puerta que algunos “compañeros”. “La organización vence al tiempo” escribió un tal Juan Domingo Perón. Deberían leerlo además de nombrarlo.
     Ahora el peronismo nacional jugará una nueva interna desde los poderes del estado. Como siempre, desde hace cuarenta años. Perón vivo vs Perón muerto. La derecha vs la izquierda. Herminio Iglesias, el “Beto” Imbelloni y Lorenzo Miguel vs la Renovación de Cafiero, Menem y Grosso. Menem vs el Frepaso. Menem vs Duhalde. Duhalde vs Néstor. Kirchnerismo vs Disidentes. Massa vs Scioli.
     Los radicales tienen otra oportunidad más. Caerse y levantarse, ya dijimos, es el resúmen de su historia. Los socialistas atraviesan su mejor momento político en la Argentina. Hay una izquierda radicalizada además que ha tenido muchísimos votos en todo el país. El partido Obrero, con su trotskismo a cuestas, hizo en Salta la mejor elección de todos los tiempos metiendo por primera vez un diputado (Pablo López) en el Congreso Nacional.

        Un par de medias verdades que andan sueltas por ahí: “El Frente para la Victoria sigue siendo la primera fuerza nacional”. Obvio. Mientras el oficialismo se pasó diez años creando una estructura, el resto de los partidos políticos fueron llevados a una crisis tal que hoy son armados territoriales, muchos de ellos sin presencia o forzados a alianzas en el total del país.  “El kirchnerismo mantendrá la hegemonía en el Congreso Nacional”. Otra obviedad que saca partido del masivo desconocimiento cívico. El oficialismo arriesgaba en éstos comicios lo que obtuvo en 2009, cuando cayó derrotado en aquellas legislativas. El que arriesga poco pierde poco.
     Quedan dos años de gobierno para los oficialismos.  Un kirchnerismo en retirada es algo en lo que habría que detenerse un rato cosa de estar atentos. Como en la “aletheia” de la antigua Grecia, el velo se correrá y la Argentina real y ya no la del relato aparecerá de un modo brutal en una sociedad calesita que se cree que avanza. Y cada vez su calidad de vida es peor.
       A barajar y a dar de nuevo y a esperar que la demanda social de gestión y de verdad sea un escudo ante posibles nuevas mentiras.
       Pero ésta, la de los últimos diez años, se acabó.



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