martes, 11 de abril de 2023

 

      EL “MARILÚ” DE LA SALUD PÚBLICA

 

 

     Carlos Rovira convirtió al mayor gremio docente en una caterva de punteros políticos. También se sirve del armazón de Salud Pública en la zona centro, liderados por el director del Samic Héctor González, para juntar votos y garantizar que sus intereses no corran riesgos. En Misiones no hay políticas de Salud Pública. Lo que hay es una estructura de Salud Pública haciendo política. Que es algo muy distinto.

     Tras el triple traspié electoral de 2021 Rovira operó de modo directo en Oberá. Intervino de hecho la CELO, cambió el monopolio local del transporte público por un monopolio provincial, y ungió a Pablo Hassan para que sea el cachorro Rottweiler que le haga de guardián.

     Rovira no puede permitirse perder Oberá. Por eso se encargó de que cada agente de Salud Pública lleve bajo su piel la idea de que trabajan para el estado, y que eso en la Misiones feudal significa el gobierno, y que eso en la Misiones feudal significa el partido, y que eso en la Misiones feudal significa la renovación. Lo sabe bien el candidato Héctor González, quién ocupa un cargo-el de director del Hospital Samic-al que se llega no por ser un émulo de Favaloro o de Raúl Matera sino por acomodo político. Un cargo que se mantiene con la clásica receta de servir al partido.

    Como bien entienden desde hace años los acomodados políticos de Adomis, ¿qué sería de los acomodados políticos en la salud pública si tuvieran que trabajar en el mundo real, en el mundo privado? Así que, mejor a obedecer y a exprimirse para ganar. Sino…

     “El estado soy yo”, dicen que dijo el rey Luis XIV. Para que todos entendieran que la ley máxima era la voluntad de él.

     En Misiones, el estado es Carlos Rovira.

 

 

Walter Anestiades

    

    


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