OBERÁ,
DESPUÉS DE LAS SIETE
DE LA TARDE
En Oberá, después de las
siete de la tarde, hay un solo “veterinario” al que se puede acudir si un perro
o un gato se enferman o tienen un accidente: se llama Dios.
En febrero de
2015 se anunció que ocho profesionales locales habían creado la “red de
emergencias veterinarias” y publicaron un número de teléfono para llamarlos. El
hoy director de Saneamiento Ambiental municipal y veterinario Herbert
Castellanos, declaró que empezarían atendiendo los domingos y feriados y que
los ocho se irían rotando. El humo de tal “anuncio” aún sobrevuela muchas
tumbas de los animalitos muertos en brazos de sus dueños, si tuvieron al menos
eso, y de aquellos que murieron solos.
Las
veterinarias atienden de siete de la mañana a siete de la tarde. Antes y
después de eso, domingos y feriados…suerte. Tremenda la angustia y la
impotencia de aquél que ve como su querido perro o su querido gato se va porque
se enfermó a “destiempo”.
Como termina
aquél poema de Lope de Vega: “Quién lo probó, lo sabe”.
Walter Anestiades
(hacé click acá y vas a leer un artículo periodístico que dio cuenta del anuncio en el verano de 2015
https://misionesonline.net/2015/02/20/medicos-veterinarios-de-obera-crearon-red-de-emergencias/)
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