miércoles, 7 de octubre de 2009

EL GRAN "KUÑADO"


Podría parecer trillado éso de poner una "k" en vez de una "c" para insinuar-cuando no afirmar-que un espacio pretendidamente neutral es en rigor de verdad, una expresión oficialista más o menos encubierta.
Quizás sea tan trillado como las cada vez más ridículas explicaciones que ensayan los defensores del gobierno nacional para manipular desde lo simbólico lo que en los hechos es obvio.
"Showmatch" de Marcelo Tinelli no es sólo un programa de televisión. Es un programa de televisión que alcanza picos de cuarenta puntos de rating ,lo que le da mucho poder. Un punto de rating en Capital Federal y el Gran Buenos Aires equivale a casi cien mil personas. Cuarenta puntos son algo así como CUATRO MILLONES DE PERSONAS. Una audiencia de tanta gente. A éso se lo llama Poder.
Se sabe que un porcentaje importante de votantes que viven en el llamado "segundo cordón" del gran Buenos Aires ( Moreno, Laferrere, Florencio Varela,San Miguel, Adrogué, etc.) no consume programas políticos ni lee diarios. Pero sí ve a Tinelli. Es una zona que va ser determinante en el porcentaje final que obtenga cada candidato el 28 de junio. ¿Se entiende? No es sólo "un programa de la tele". Es Poder.
Y en unas elecciones que en provincia de Buenos Aires aparecen tan parejas entre dos expresiones del peronismo (una kirchnerista y otra disidente) ,sumado al hecho de que el oficialismo ha hecho del resultado bonaerense el escenario que separará a una victoria "fundamental para que siga el modelo" de una derrota "que traerá el caos" , es fácil advertir que estamos hablando de un Tinelli que con ésto del sketch de "Gran cuñado" puede llegar a tener la capacidad de afectar la imágen y hasta el número de votos para la dupla Kirchner-Scioli o para los que aparecen como sus principales competidores, la dupla De Narváez-Solá.
Tinelli ha sabido hacer negocios con el poder político actual. En julio de 2006 el decreto presidencial 932, firmado por Néstor Kirchner, terminó de dotar de legalidad a la concesión de AM Radio Del Plata que Tinelli había comprado dos años y medio antes. En 2008, Tinelli vendió "Del Plata" a un grupo empresario muy ligado a Kirchner. El mismo grupo que a poco de asumir, echó a Nelson Castro por ser crítico del gobierno.
Debe recordarse además, que un par de meses antes de la elección que llevaría a Cristina Kirchner a la presidencia, Tinelli pudo inaugurar un polideportivo en su Bolívar natal gracias a fondos del gobierno nacional. Las imágenes de Néstor y Cristina junto al popular conductor recorrieron el país.
Sería naif pretender que "Gran Cuñado" es sólo un entretenimiemto televisivo. Detrás de su armado se esconden armados políticos y presiones de todo tipo. La mayoría de las personas que lo ven ignoran ésto. Y en éso radica la eficacia de influir en él.
De hecho, el personaje de Néstor Kirchner-interpretado por Freddy Villarreal-es presentado como un tipo "jodón" (?). A Kirchner se lo podría parodiar desde muchos lugares más críticos e institucionalmente graves que el de ser un "jodón".
El de los Kirchner es un gobierno obsesionado por los medios de comunicación. Desde que Néstor asumió en 2003 no hubo conferencias de prensa (excepto una parodia de las mismas ya en tiempos de Cristina), los medios cambiaron "Argentina para investigar" por "Argentina para armar", los noticieros de televisión abierta emiten cualquier cosa menos noticias, los que antes hablaban ahora se callaron, el humor político (que nunca puede ser oficialista si es verdadero) desapareció del mapa, las organizaciones periodísticas dejaron de exigir de pie para consentir sentaditos, y al calor de la pauta oficial tenemos una población cada vez peor informada. El "monstruo" no se creó solo. Hubo demasiada colaboración para poder crearlo.
Los griegos antiguos llamaban "idiotez" al no meterse en política. El idiota era aquel que no se metía en política.
Habrá muchos "idiotas" que ven y seguirán viendo "Gran Cuñado" sin saber que en realidad lo que están viendo...es "Gran Kuñado".

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