miércoles, 7 de octubre de 2009

MANO A MANO

Desde mil novecientos ochenta, cada septiembre en Oberá se torna singular con el desarrollo de una nueva edición de la "Fiesta Nacional del Inmigrante". Una fiesta muy cara al sentimiento de los obereños.
Bueno. Eso es lo que decían.
Cuando llegué a la ciudad hace poco más de tres años, se me ocurrió hacer algunas preguntas. Que es lo que solemos hacer los periodistas. Preguntas.
Una de ellas, modestísima en sus pretensiones, apuntaba a saber con que criterio se designaba a aquellos que manejaban la prensa y las relaciones públicas de la Fiesta. Recuerdo muy bien que, modesta y todo, esa pregunta dicha al aire en un programa de radio generó revuelo. "Con la Fiesta no hay que meterse". "La Fiesta es sagrada para la gente de acá". "El que critica a la Fiesta es un antiobereño ". Todo éso se decía . Sentencias que salían de la boca de personas que, quizás sin saberlo, no hacían otra cosa que asimilar como propia una corriente de opinión que se había generado tácticamente desde algunos medios de comunicación locales, siempre preocupados por hacerle la vida más fácil al intendente obereño, Ewaldo Rindfleisch. Que es el que suele darles entrevistas . Y también publicidad, claro.
En esos días de 2005 presidía la Federación de Colectividades-la entidad que organiza la Fiesta- el señor Julio Barchuk. En estos días de 2008, Barchuk fue designado director de la estratégica Secretaría de Turismo de la gestión de Rindfleisch, alias "Tito". "Tito" podrá espetarle alguna vez a Julio Barchuk aquello que canta otro Julio,Julio Sosa, en "Mano a mano", con letra de Celedonio Flores: "los favores recibidos creo habértelos pagado..."
Han cambiado los tiempos. También cambió el presidente de la Federación. Desde marzo de 2007 ocupa el cargo el señor Erardo Schmidt, el mismo que osó desvincular a la empresa Arquev-ligadísima a "Tito"- del "emprendimiento de riesgo" que cada año y durante diez esa firma asumió al explotar la feria comercial que se desarrolla dentro de la gran Fiesta. (ver artículo, "Las llaves del reino").
Entonces fue hora de cambiar el discurso.
Fue así que la Fiesta dejó de ser "sagrada". Ahora es correcto "meterse" con ella. Ahora criticar a la Fiesta es bien obereño.
De pronto, la intocable Fiesta Nacional del Inmigrante empezó a tener un sinfín de cuestiones a mejorar. Siempre las tuvo. Pero hoy sí se puede hablar de tales cuestiones públicamente. Al tiempo que los intereses de la Federación y los de "Tito" empezaron a caminar por separado.
Incluso se le da una exagerada trascendencia a recientes declaraciones de la segunda princesa surgida de la última edición de la Fiesta. La chica considera que el jurado que las elige, no lo hace como debería y por eso renunció a seguir siéndolo . Es verdad que debe dejarse bien en claro con que criterio se designa a la reina y al resto de las jóvenes participantes. Sólo que la muchacha tardó un poco en preocuparse por la forma en que se maneja el jurado . Lo hizo una vez que ya la habían elegido princesa. En vez de elegirla reina.
Sí. Ciertos medios de comunicación y cierta parte de la sociedad obereña han cambiado de actitud ante la Fiesta Nacional del Inmigrante. Ahora está "permitido" criticarla. Cosa que está muy bien y debe hacerse pero que hasta hace un tiempo limitaba con lo prohibido. Cambio que se hizo evidente cuando Arquev se encontró en su camino con la actitud de los nuevos dirigentes de la Federación, que tuvieron la inhabitual idea de moverse con dignidad. Así , actuando con independencia, al señor Schmidt le será difícil llegar a ser funcionario municipal.
Ya hemos escrito que en el feudo uno rinde pleitesía o se transforma en enemigo. Y en Oberá la sumisión viene con premio.
Ignoramos si el señor Erardo Schmidt, de origen alemán, gusta del "2 x 4".
Pero creemos que debería escuchar la imponente voz de Julio Sosa, "el varón del tango".
Por ejemplo, cuando canta "Mano a mano":

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