miércoles, 7 de octubre de 2009

LA POSE

Decía el semiólogo francés Roland Barthes que "la pose es la que fundamenta la naturaleza de la foto". Barthes está reparando en el hecho de que los seres humanos al momento de ser fotografiados toman una postura distinta a la habitual sin dar lugar a la espontaneidad. Actúan. En una foto, la gente actúa. Se pone en pose.
Pero sucede que nos vamos a ocupar en éste artículo de personas que adoptan una pose no para ser fotografiados sino para mostrarse "preocupados" por un tema tan "preocupante" como la venta de bebés que sucedería desde hace mucho en Oberá.
Es que no está mal posar para la foto. Es simpático. Pero la realidad no es una foto. Es una película. Es dinámica en vez de estática. Y vender bebés no tiene nada de simpático. Así las cosas, "posar" para mostrarse compungido y decidido a hacer algo por tal cuestión no solo está mal. Está pésimo.
Hace años que se habla de la presunta venta de bebés en Oberá. Y hace años que el mundo obereño-especialmente los funcionarios públicos-se hacen los distraídos ante éso.La pose de hacer como que no se sabe lo que sí se sabe.
Hasta que de tanto en tanto algún medio de comunicación nacional llega a la Capital del Monte para hacer una investigación sobre el tema. Tema que sale publicado o televisado. Y ahí surgen otras poses. La de sorprendido. La de entristecido. La de ofendido. La de preocupado. La de funcionario que cumple con sus funciones.
Hace días se vió por el canal América TV un muy buen informe del programa "Documentos América" que conduce el colega Facundo Pastor. Muestra imágenes y audios contundentes. Y una vez más, tras la emisión del programa, surgieron las poses.
Diputados provinciales y hasta nacionales hicieron denuncias ante la Justicia para que ésta investigue. Como si hiciera falta que Facundo Pastor se dé una vuelta por Oberá para que algún diputado provincial o nacional se entere de que en Misiones pasa lo que él mostró. Parecieran darle la razón a Oscar Wilde cuando definió al "deber": "es lo que esperamos que hagan los otros", dijo Wilde.
Periodistas locales que critican a sus colegas porteños por dar una imágen "distorsionada" de lo que sucede por sus pagos. Con menos pauta oficial y con animarse a más (como en la publicidad de Pepsi), podrían encarar investigaciones propias.
Una ciudadanía que, acostumbrada a que los medios de comunicación la entretengan más de lo que la informan, hace éso. Se entretiene escuchando hablar sobre la presunta venta de bebés mientras toma mate con bizcochitos.
Sectores de la sociedad que se muestran espantados de que ocurra lo que ocurre. Los mismos sectores que fogonean y bancan espacios mediáticos cuya función principal consiste en contarle cuentitos rosas al público obereño.
Una Justicia dependiente y minada en sus posibilidades que adopta la pose de que va a investigar a fondo. Pobre del Fiscal o del Juez que se salga de la pose.
Los teóricos de dos pesos con veinte que nos cuentan que la cosa se explica ciento por ciento por la marginalidad social. Los mismos teóricos que, en la práctica, apoyan y votan a los mismos que mantienen la situación de marginalidad social.
La pose de postular a los padres que entregan a sus bebés como meras "víctimas" que no saben lo que hacen. Por cierto, en las imágenes vistas, los padres que presuntamente venden a sus hijos parecen ser bastante menos ignorantes que como los pinta la leyenda urbana. No hay que subestimarlos.
Uno piensa en la cantidad de mujeres desesperadas por concebir. Y en lo asqueroso que resulta saber que hay quien vende a su propio hijo como a un producto. Para entender que hacer eso es deplorable, no debe ser imprescindible haber estudiado en Harvard.
Pasará el tiempo y nada se investigará a fondo. Los preocupados de hoy se despreocuparán mañana. La Justicia nunca irá "arriba". A la gente se la entretendrá con otros temas. Tal vez habrá quienes crezcan creyendo tener una identidad que no es la real. El cuento rosa volverá y la presunta venta de bebés seguirá formando parte del paisaje obereño hasta que algún canal de televisión o algún diario se ocupe nuevamente del asunto.
Y entonces,de nuevo, será tiempo.
Tiempo de posar...

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